sábado, 4 de junio de 2016

Si no existieran, habría que inventarlos

Si. Tal que así. Me refiero a los Artic Monkeys. Hay pocas cosas que nos salvan de los infiernos diarios. Hay veces que los infiernos se multiplican, sufren de un curioso fenómeno de ósmosis que hace que sean cada hora, cada minuto, cada puto segundo. Y, de pronto, con los Artic Monkeys de fondo, parece que, por unos segundos, esos infiernos desaparecen.