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lunes, 10 de julio de 2017
The Leftovers. Tercera temporada.
3+4=7. 7 años desde el inicio. Demasiadas referencias bíblicas. Podemos sacar referencias numéricas de lo que queramos. Cebollazos para empezar el apocalíptico final de la tercera temporada de The Leftovers. ¿Sirve de algo moderar el tono? Y si hay que resucitar, se puede resucitar hasta al asesino de perros. ¿Hay algo real en la vida? ¿Lo que crees está pasando? Anécdotas y vidas en torno a semáforos. Intervenciones divinas que nos cambian la vida. Veneno en las ideas y en el agua. Bautismo en mitad del caos. Bautismo que salvan y condenan. Bautismos que no cuentan. ¿Está el Nuevo Testamento anticuado? La paloma, el mensaje, el dron, el gas y la mentira que te quieras creer. Por los teléfonos solo dan malas noticias. Y las secuelas de la Biblia solo contienen mucha mierda. Mejor no viajar demasiado a Australia. Parar el diluvio, las goteras, los cantos aborgíenes y todo lo demás. Preguntas que quieren hacer(nos) pero que no nos atrevemos a repetir. ¿Nos podemos salir con la nuestra? ¿Es el pasado una simple cinta de casete? ¿Isaías 41? Y sí, tenemos que hablar de Kevin, pero del Kevin correcto. Y no nos referimos a Durántula, aunque los potajes de algas sirven para las heridas de las serpiéntulas. ¿A cuánto están los sesos de canguro? ¿Se puede ir a la deriva sin freno ni límite en una serie de televisión? ¿Podemos estar las 24 horas del día estar haciéndonos continuamente preguntas? ¿Tenemos Reyes Magos a la altura de las expectativas? ¿Para cuándo la segunda venida de Cristo? Cuando Dios te pega, sangras por la narices, el alma y por los orificios existentes y por existir. ¿Somos más de Abraham o de Isaac? ¿Somos más de bromas o de blasfemias? ¿Hacemos lo que hacemos por Dios o por nosotros? ¿No juzgar para no ser juzgados? ¿Volvemos a lo de siempre? ¿Mentiras piadosas para estirar el chicle? ¿Manos salvadoras? Y detrás de esa frivolidad, hay muchas lágrimas, mucho dolor, mucha mierda sobre más mierda. El miedo a la soledad. ¿Es posible disfrutar la soledad? ¿Incineración? ¿Enterramiento? ¿Hacer un Dalí o un Lenin? Y al final, de tanto resucitar, puedes morir. Otra vez. O para siempre. Familia, matrimonio, niños que mueren sin zapatos. De Kevin a Kevin y tiro porque me toca. ¿Está el fin del mundo aquí y nosotros somo ese ahora? ¿Vivimos en un DEFCON2 permanente? ¿De verdad recordamos lo que debemos recordar? ¿De verdad fallamos a las personas que queremos? ¿De verdad creemos?
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3 comentarios:
Recordar...
Esos finales...
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