martes, 26 de diciembre de 2017

Psicópata

Ahora que se acerca Nochevieja, vamos a recuperar una vieja foto de Nochevieja. Volviendo hace 12 años de casa de Carmen Ruiz Pedreño, mientras los jefes de los indios guardaban su vehículo en la residencia catastral, apareció el hombre de la camisa verde. Con su clásica caída de ojos, con su pesimismo impertinente y su guasa de cobro de paga recién cobrada e invertida en alpiste. No es casual. Hace un rato, allá por la página 272 de Eva, regalo de Lali, Falcó recuerda la palabra de moda en 1937, desde el verano anterior: "Psicópata". El hombre de la camisa verde está en el cementerio aljucereño, pero ninguna placa lo recuerda en la tumba que está enterrado. Me llamaba psicópata y asesino. Decía que mis ojos de enfado daban miedo. Falcó recuerda esa palabra al uso, para hacerla extensible a criminales. Pero no a cualquier criminal. Para aquellos que nunca alcanzarán la gloria; para aquellos, que en mitad de su lucidez taciturna, no tienen conciencia; para aquellos que no conocen en su vocabulario la palabra decencia. Y me reservo el epíteto para aquellos que entierran a sus muertos y no los recuerdan ni, tan siquiera, con una placa con su nombre. Pero algunos si nos acordamos, Ginés Caballero.

2 comentarios:

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

No lo llegué a conocer.

supersalvajuan dijo...

Era buena persona. Yo vi cientos de películas gracias a él. Las sacaba del videoclub y después de verlas en su choza, me las dejaba para que yo las viera. Y se sabía Los Campos de Morsas Esféricas de memoria.