domingo, 24 de junio de 2018

Las patrias, los escoltas y todo lo demás

Lo resume a la perfección David Gistau en su artículo de hoy en El Mundo. Ese momento, cualquier momento, en el cual un político pone en la diana y a los pies de los caballos a un intelectual, a un periodista, a alguien que dice lo que piensa. Escribe Gistau, con razón, los "ideales d'annunzianos". Tito Gabriel para los amigos. D'Annunzio. Ayer, entre prácticas y temas de oposición escribí su nombre un par de veces. También el de Spengler. Y el de Ramiro Ledesma. Y de bote en bote, también tuve que citar el asunto Dreyfus. Antes o después, todo se relaciona. No hay vuelta atrás. Siempre hay tipos que ponen la diana y tipos que disparan a la diana. Y, aprovechando que junio llega a su fin, los higos se caen y se pisan y queda una huella. O varias. Pero no se ven. No. No se ven de la cantidad de mierda que hemos puesto y no hemos limpiado en su momento. Ni en una calle del siglo XVI en una ciudad con mucha lluvia. Otra vez, la misma historia. La de todos los días.