jueves, 10 de enero de 2019

Press. Primera temporada.

A vueltas con el Cuarto Poder, a vueltas con el poder de la prensa, a vueltas de cómo gestiona un gobierno a la prensa, a vueltas de ver los poderes económicos dominando a la prensa. Demasiados puntos de vista, relaciones personales y jodiendas que hacen que paren las rotativas y que un juez de guardia decida que un periódico no llegue a nuestro kiosko de referencia. Jodiendas varias. Pero todo es mentira, como vemos en Sálvame cuándo estamos en un tanatorio Sergio y yo viendo una tele a la que nadie le presta atención. ¿Cómo ilustrar con palabras una tragedia? ¿Cómo vender un drama? ¿Cómo mirar para otro lado cuando eres culpable? ¿Pero ahora no es Twitter culpable de todo? ¿O era todo mentira? ¿O todo tiene un precio hasta en la muerte? ¿Qué vale una rosa de entierro y una de cumpleaños? Sé lo que vale una rosa, suelta, con papel chino de celofán, a 10 de diciembre, a 10 de enero ( y si hace falta, a 31 de febrero). Pero no vale. Todo mentira. Una y otra vez. Somos despiadados, somos cabrones, somos gente que aparentamos. ¿Cómo recordamos las muertes y las mentiras que contamos en las muertes? ¿Cómo vendemos a muerte de un matón? ¿Cómo vender "la muerte de un matón? ¿Cómo vender el efecto de un lápiz de labios fuera de lugar? ¿Cómo vender una mentira institucionalizada? ¿Por qué odiar al personal que no usa tarjeta de crédito? ¿Cuántos saben el precio de un periódico? No es fácil resumir Press en una lucha de egos, en seguridad nacional, en ver el tamaño de ciertos pensamientos. No. Es más complejo. Mucho más.

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