jueves, 22 de febrero de 2024

Historial delictivo. Primera temporada.

Historial delictivo es adictiva porque mezcla muchos asuntos y los mezcla bien. En ese cóctel de investigaciones y dramas, de cárcel y disturbio racial, de drogas y quebrantos, de confesiones falsas y mentiras institucionalizadas, nada es lo que parece y todo nos hace pensar que los malos van venciendo, que las redes sociales van ganando, que la escoria también lleva traje y corbata, que las mentiras bien contadas incluso, por momentos, parecen muy reales. O quizás, simplemente, sean reales. Aunque quizás le sobre algún ratito y se ponga, por momentos, melodramática en lo sentimental y familiar, es una historia bien construida y que refleja bien lo que se nos viene encima (o ya lo tenemos encima y nuestro barómetro anda distorsionado). Y hay muchas crisis, “y nunca desaproveches una crisis”. Cuando empiezas a mirar debajo del felpudo de la puerta, solo sale mierda, y en Historial delictivo ese felpudo se ha convertido en pirámide. Pero en esa pirámide “ves lo que quieres ver, como hacen todos”. Y como en cualquier instituto, “por muy en forma que estés los malos siempre tienen 18 años”. No solo físicos, mentales y dogmáticos, también. Un buen ejercicio de reflexión para estos tiempos en los que nos cuesta diferenciarlo todo.

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