miércoles, 14 de mayo de 2008

Un poco de ultraviolencia...



El día que no nos dejen entrar en el Zalacaín no sé que vamos a hacer. Ayer echamos unas risas y unos getés en la mesa de arriba, la última antes de las escaleras. El mejor bar de Murcia, sin duda. Y allí, mister regalador de consejos, consejos manuales casi siempre, a veces literarios, a veces de vinos cartageneros y bullenses, de decibelios asesinos, y de todo lo demás. Me hizo un regalito para instalarlo en la habitación donde habita el habitante de villa desmadre azul. Y mister N70, siempre testigo chup—chup, lo recogió así.

1 comentario:

jm dijo...

Tienes razón, el día que no nos dejen entrar en el Zalaca no sé que será de nosotros. Los bares van cayendo pero nosotros seguimos en pie (o al menos sentados, tomando otraa!!!)