domingo, 17 de febrero de 2013

Treme. Tercera temporada

Han pasado unos días del Mardi Grass en Nueva Orleans y he acabado de ver la tercera temporada de Treme. Tengo que volver a ver The Wire, y ver los seis capítulos de The Corner y ponerlas en la balanza y recordar detalles retinescos. O tal vez no. No sé sí serviría de algo. La tercera de Treme es injusticia pero también esperanza. La tercera de Treme son casas arregladas y destruidas. La tercera de Treme son las óperas de Davis y las sesiones de quimioterapia. La tercera de Treme es una violinista que vuela sola. La tercera de Treme es negocio inesperado y cheques por asesoría devueltos. La tercera de Treme son historias de bares y restaurantes, juicios nulos y viajes a Florida. La tercera de Treme es una partida de cartas que nunca acaba. La tercera de Treme es la humedad que no se va de las paredes tres años después del Katrina. La tercera de Treme es imprescindible, como la primera y la segunda. No sé si habré prestado la atención suficiente, no sé si he tardado mucho en verla, no sé si fue inversión o superinversión, pero es una obra que siempre deberíamos recomendar ferviertemente. Y todo lo demás. Coda: Tengo que resaltar algunos aspectos. Como en toda la serie, admiración por el personaje de D.J. Davis. Admiración, por todo. Un ejemplo de incomprendido y genialidad, de cultura musical y de ebriedad manifiesta, como casi siempre. Irrepetible. Y también del profe de música, atento a sus alumnos en todos los sentidos. No te digo nada, Wert, no te digo nada hoy, que es domingo y día de reflexión. Y punto.

2 comentarios:

Æ dijo...

Una gran serie sin duda alguna. ;-)

supersalvajuan dijo...

A esperar la cuarta!!!