lunes, 3 de junio de 2013

La chica zombie

Me ha costado leer La chica zombie. Y no sé el motivo. Y hay situaciones reconocibles. Los institutos. La muerte real. También, la imaginada. Las peleas. No llorar. El voley. Los padres que pasan. La imaginación. Los cómics. Alguna canción. Bailes de instituto. Hay que ponerle grillos imaginativos al asunto. Pero no sabes si es creible. ¿Merece la pena? La historia, quizás, no es nada del otro mundo. Si lo merece el hecho escrito. Es novedoso. Se ponen pensamientos y gestos, también ruidos, por escrito, y eso no es fácil. En época de evaluaciones, le daré el aprobado. Y todo lo demás.