viernes, 6 de diciembre de 2013

¿Qué fue del manto protector?

A falta de mantos protectores, versiones más o menos tribales en mitad del mareo de perdiz. Mientras nuestros mierdas de políticos celebran una farsa, llamada constitución, prostituida por una transición aún más cretina y canalla, nada cambia. Los canallas llenan el Parlamento, aforados a su riqueza y patrimonio personal. Les da igual el populacho, esa chusma que no quieren ver ni en pintura. Esos mierdas (y esas, señora ministra de Igualdad, que tampoco me olvido de usted) busca el calor del pecho de amante de turno, mientras llevan a la prójima o al prójimo un día a los Madriles como antes iban a la Casa de Campo o al Parque de Atracciones. Y soda, por favor. Sifón, agua de Seltz o como se diga, que se nos pasa la hora del vermú.