miércoles, 15 de agosto de 2018

Heathers (Escuela de jóvenes asesinos)

Heathers(Escuela de jóvenes asesinos) llama la atención desde el primer minuto. No deja indi(e)ferente. Nunca. No recuerdo la película en que se basa. Pero sirve de penitencia. Un poco como Dexter, para cumplir deseos bíblicos de venganza y penitencia, de mal dolor y sarna con gusto no pica. Bajo su apariencia de frivolidad jocosa deja frases de las que hacen pensar. Y nunca una reunión de profesores fue tan ilustrativa del tipo de elementos que enseñan a nuestros jóvenes. O no tan jóvenes. El problema no son los jóvenes. Como bien muestra Heathers, el problema son los padres. Y los campamentos. Y los putos móviles. Y el desprecio por la vida. Y las jodiendas con vistas al colegio que hace apología del suicidio en un musical. Viva la ficción. Dice Federico por las mañanas que a través de la radio las personas no captan la ironía; ahora, parece ser, que tampoco en la televisión. Hemos llegado a un nivel de autocensura que roza lo bochornoso. Desastres, televisión, intereses creados sin Don Jacinto. Y todo lo demás, también.