El golpe. Del 96 al 2004 era una de mis grandes obsesiones. Dar un golpe. Lástima de no tener los cojones suficientes para eso. Ahora estaría… No sé dónde estaría. Cada día. Antes que el diablo sepa que has muerto, es una peli de un golpe que se lía. No se puede montar un golpe desde la necesidad, desde la improvisación. Y menos, desde la venganza. Dos hermanos, aparentemente postmodernos (crisis familiar, ruina económica), deciden dar un golpe en la joyería de su familia, de sus padres. Pero no piensan en los cambios, en las mutaciones de los días rutinarios (he vivido miles de ellos). Porque el día que parece más rutinario es el más anormal de todos. Los gritos de desesperanza no se dan con una pistola en la mano. Y encima estando Marisa Tomei de por medio. En la peli hay muchos saltos temporales, hay cabinas y penumbras, bares de borrachos postmodernos y de desechos sociales. Nada es lo que parece, incluso aunque vayas al mejor oculista del mundo. Es muy buena peli, pero tiene dos cosas. La primera, que le sobran diez, quince minutos, estira el chicle un poco más de la cuenta, le da demasiado hilo a la cometa. La segunda, que deja la historia en puntos suspensivos, en la que cada uno puede darle un pespunte a la magdalena. En fin, que la podía haber puesto en el Rex, sino hubiera un robapiedras de por medio. Lástima. Lástima no tener los cojones suficientes para eso.
Hace 2 horas
3 comentarios:
Yo de mayor quiero ser como tú.
Y tener tiempo para ver peliculas.
Y poder comentarlas luego.
Y beberme una azul,un martes por la noche,sin problemas.....
Encantado de saludarte paisano, ha sido todo un placer visitar tu blog, tiene un aire que me gusta y de como enfocas las cosas. No iremos viendo más a menudo.
Un abrazo.
Decir que me gustó la película sería trivial. Me pareció shakespeariana... ¿se podrá decir esa palabreja? Más bien me impresionó sin aspavientos, profundamente, y cuanto más la recuerdo más me impresiona.
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