Hace 17 minutos
martes, 1 de marzo de 2011
Hermanos y Enemigos (Petrovic y Divac)
Sé que me voy a dejar muchas cosas en el Pilot hablando de Hermanos y Enemigos (Petrovic y Divac). Muchas cosas. Muchas imágenes que he recordado en esta horita y poco. Demasiados recuerdos en setenta y pocos minutos.
Vlade Divac nos recuerda su relación Drazen Petrovic... y un montón de cosas más. Años 80's del siglo XX. Pese a la diferencia de edad, un día son compañeros de habitación en la concentración de la selección yugoslava. Antes ya eran leyendas.
Petrovic con la Cibona de Zagreb, que dejaría para ir de la mano del señor Mendoza al Real Madrid (se ven algunas fotos del presi blanco); Divac, en el Partizán de Belgrado.
Estrellones sobre el cielo yugoslavo. Todavía yugoslavo. Éxitos parciales.
Pero faltaban éxitos de una nación que la muerte del comunismo hirió de muerte a su federación. Van apareciendo otros tipos de aquella generación como Paspalj, pero sobre todo, Dino Radja y Toni Kukoc. ¿Nos hemos parado a contar los partidos que hemos visto a estos tipos? ¿Las que montaba Petrovic en el Palau?
Un montón, podríamos recordar días y días. Demasiados.
Año 1988. Los yugoslavos, incluso alguno con barba, llegan a la final olímpica contra la URSS de Sabonis. Una plata, pero esta generación necesitaba más. Quería más.
Serbios como Divac, croatas como Petrovic, se pasean en su "europeo". Balcanización del basquet. Se salían. Como se salieron al año siguiente en el Mundial de Argentina, con otro oro y dejando con un palmo de narices a gente como Alonzo Mourning.
Su llegada a USA, Divac a los Lakers de Magic, jugando mucho; Petrovic, a los Portland Trail Blazers y jugando casi nada al mando de Rick Adelman y al lado de otros bases como Drexler, Porter, Ainge y Young.
Pero hubo un hecho el día que ganaron la medalla de oro en Argentina que lo cambió todo. Después de un abrazo de poster entre Divac y Petrovic, un tipo entra en la cancha con una bandera croata. Divac, se la quita de mala manera. Y en Croacia aquel gesto fue utilizado (o, simplemente, se publicó una foto, se vieron esas imágenes, como lo veas) y Divac quedó como el serbio malo. Y, desde entonces, su íntimo, su amigo, Petrovic, cambió la visión de su amistad. Ya no iba a ser lo mismo. ¿Hubieras hecho tú lo mismo? ¿Norte y Sur? ¿Hutus y tutsis? ¿Sudán del Norte y Sudán del Sur? ¿Fachas y rojos? Banderas. Sólo banderas. Se acabaron los consejos de madrugada NBA. Se acabó todo. La guerra, cada vez más cabrona y perra, se llevó muchas cosas por delante.
Una amistad, también. Todo se va a la mierda. Siempre. Antes o después, todo se va a la mierda.
Divac siguió triunfando en Lakers y Petrovic tuvo que esperar a llegar a New Jersey Nets, junto a dos cracks como Kenny Anderson y Derrick Coleman para triunfar de la mano de Chuck Daly desde el febrero del 92. Año 1992. Parece ayer.
Aquella Croacia que le aguantó 20 minutos al Dream Team en la final olímpica de Barcelona. ¿Qué hubiera sido aquella final con los serbios que faltaban de la final de 1990 en Argentina?.
Otra cosita. Los croatas pudieron jugar en Barcelona; los serbios, no. ¿No se acuerdan de la Argentina de fútbol de 1978? ¿Y de la España de 1964? Pues eso, puta política. Aquellos Solanas, Bakers y su compañía miraron a otro lado mientras, a un rato de autovía, en los Balcanes, los vecinos se delataban, los vecinos violaban a las crías que semanas antes jugaban con sus hijas, los vecinos y todo lo demás.
En el curso 1992-1993, Petrovic se salió con los Nets. Literalmente. Llegaron a primera ronda de postemporada contra los Cavs. Lo recuerdo, mucho mejor que recuerdo la noche del día de ayer. Pero Petrovic llevaba ese rojo y blanco croata demasiado dentro y se presentó al Preeuropeo de Polonia de 1993. Y en vez de volver con sus compañeros, decidió volver con su novia y una amiga en aquel Golf Rojo que se chocó en mitad de una autopista alemana. Allí se quedó Petrovic.
Recuerdo las lágrimas de aquellos tipos altos como la de nuestra generación de Plata en el entierro de Díaz-Miguel. Eso eran lágrimas de verdad y no las de Moratinos. Putos políticos que todo lo enredan, joder. Puta guerra. Ya nada fue lo mismo. Y no hay perdón posible. Y las heridas siguen ahí, con vinagre y sin vinagre.
Recuerda también la entrega de medallas del Eurobasket del 95, ganado por Serbia y enel que mientras los Divac, Danilovic, Djordjevic, Bodiroga, Danilovic y compañía recogían el oro, los croatas abandonaban el podio de espaldas.
Y Zagreb. Y por primera vez después de la guerra, Divac va a Zagreb. Es imposible la normalidad décadas después. Nunca será lo de antes. Guerrillero dice un tipo a la cámara que sigue a Divac. Y Divac va a la tumba de Petrovic. Y todo lo demás.
Coda: en el 84 ganamos a los yugoslavos de Petrovic, pero sin Divac. Cosas que pasan.
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7 comentarios:
esta entrada está repetida...¡¡Creo!!.
o es muy parecida a otra de hace tiempo.
Sí, al final te acabaremos odiando pero por ¡Gaviótico!.
;)
Magnífico Salva, un reportaje magnífico...
Menuda cabeza tienes....digo, memoria!!!
Envidiable.
Rarachel para algunas cosas es un auténtica cruz.
Amigos marcianos, muy buenos días.
;)
De todas formas nos lo tienen que confirmar.
Suuuuuuuuuper estás por ahí???
espectacular entrada , pufff, no pude verlo
Los austrias, los borbones y el oro de Moscú. La riqueza del imperio.
Esto tengo que verlo con calma.
Aquí hay canela...
Muchas gracias, eres un crack!!!
Salu2-G
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