jueves, 19 de mayo de 2011

Más mayo que nunca


Hoy, como ayer, como el 15M, toca leer un poco de todo. Y, para empezar, empiezo con Enrique Dans y su explicación de todo lo que está pasando.

3 comentarios:

Leandro dijo...

A mí me parece muy razonable, la verdad

Natalia Pastor dijo...

Es que eso de "movimientos espontáneos", la red, la "indignación" repentina tras más de siete años de desgobierno nefasto,con cinco millones de parados...salir ahora, en vísperas de las elecciones, pues da el cante por bulerías.
Y si se rasca un poquito bajo la pátina de los "indignados", pues enseguida se ve el pelo de la dehesa.

Y para colmo, el manifiesto es absolutamente delirante; es una contradicción tras otra, un brindis al sol absoluto ;" Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos... Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros... Por la indefensión del ciudadano de a pie."

Eso es metafísicamente imposible: amagan a derecha e izquierda, a apolíticos...meten en el mismo saco el concepto "corrupción" y al empresario...
Pura falserío.

¿Cómo se pueden compartir lemas como "Democracia y Dictadura,son la misma basura"?.

Leandro dijo...

Ni te has enterado, ni te quieres enterar. El denominador común de los que están en la calle es exigir decencia y dignidad, algo que en nuestros dirigentes políticos y económicos brilla por su ausencia hace ya muuuucho tiempo. Yo vivo en una Región donde gobierna, no el mismo partido, la misma persona durante 16 años. No hablamos de siete, hablamos de 16, que se dice pronto. Y da asco sólo asomarse a la calle. Yo no soy afín a la izquierda, nunca les he votado. Pero mis simpatías, ahora, están con los que hacen oír su voz contra tanta mierda. Y el domingo, por primera vez desde que alcancé la mayoría de edad (y ya ha llovido) no iré a votar. Porque yo también estoy harto e indignado