Hace 1 hora
domingo, 19 de febrero de 2017
Unforgotten. Segunda temporada
Vuelve por los mismos pasos la segunda temporada de Unforgotten. Vuelve la batidora de mierda a salpicar. Otra vez, restos, esta vez de mayo de 1990. Restos en una maleta. Y toca investigar. Y toca dexterizar el asunto, toca la búsqueda, toca husmear pasados: putas a tiempo parcial, IRA, abogados, violaciones, hijos sin padres, niñas sin madre, Islam, sobornos, adopciones por parte de matrimonios de un mismo sexo, búsqueda de amantes del pasado y un montón de aristas más. Muy bueno el retrato social de Unforgotten. Todo nuestro pasado puede volver a saltar a la palestra en un segundo. Un rumor, una leyenda urbana, una noticia, una fotografía de un periódico, un hecho ocurrido en un oscuro lavabo, un chascarrillo después de unas pintas en un mañana en un pub. Pero el pasado es un cabrón que siempre pasa factura. Y no siempre nuestros familiares, nuestros jefes, nuestros empleadores, unas almas caritativas. Hay mucho cabrón, y no solo el pasado. El problema surge cuando empiezas a cuadrar el puzzle, el dificilísimo puzzle de 15.000 piezas. Te obsesionas con él; intentas por todos los medios terminarlo. Pero una vez que lo tienes, no sabes si debes ponerlo, darle luz, porque el resultado, lo que se nos muestra, es un drama de proporciones isabelinas. O tal vez, si tengas que mostrarlo, y que salga la palabra "reinserción" y que sean otros los que juzguen. Y todo lo demás, también.
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1 comentario:
A veces pienso que que la justicia solo existe en las películas y otras que aunque todo se vea negro es realidad es blanco desde otra perspectiva.
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