Hace 57 minutos
domingo, 16 de julio de 2017
Fortitude. Segunda temporada.
Fortitude es (otra vez) un infierno blanco. Muy blanco y, en esta segunda temporada (otra vez) muy rojo. Auroras de sangre que vaticinan más sangre, cabezas cortadas, vueltas inesperadas, estados comatosos, insectos varios, bares en los que refugiar(se) y un montón de asuntos más. También políticos, que se piden cabezas. Y mejor no jugar con ciertos mejunjes, con cierto meados de reno que se pueden ver las estrellas. Y estrellar(se). Es lo que toca, con y sin cinturón, con y sin hacha en la mano, con robo de zanahorias incluido. Y los ruskis, a lo suyo. Voces que se oyen en mita de la oscura noche, jeringas en el ombligo, mierda de reno para ver las estrellas y lo que hiciera falta. Pistolas sobre bandejas, hombres sin caras. Personas sin cara ni personalidad. Gritos que se extinguen. Gafas de nieve que lo ocultan todo menos el miedo. Más cabrona y más sarcástica que la primera. Cegueras sin neblinas previas, sin borradura que no son tumores. Fogatas en cementerios, niñas desenterradas, jodiendas con vistas a la fogata. ¿Existen las cegueras psicológicas? ¿Existe tanto vodka para tanta persona sedienta? Lenguas sobre cuchillos. Cabezas que dan angustia. Gobernadores impropios de su cargo. No se puede encontrar lo que no se busca. Mujeres congeladas, videos que llevan al pasado, carpas para encontrar soluciones bíblicas para enfermedades del siglo XXI. Padres e hijos enfrentadosk en una Atenas congelada. Trasteros con secretos, con demasiados secretos. Locuras tras locuras, huidas y más huidas, alcohol y más alcohol. Sensación de paz en mitad del infierno. Todo es amor en la locura. Bobadas hippies para acabar con todo. Coros celestiales para aceptar la siniestralidad. Petacas antes del accidente. Cada pecado tiene su penitencia. A cada estiércol le toca su San Alejo. Helicópteros sin futuro y minas de caza. Demonios, monstruos, chamanes, camillas de hospitales y camillas de morgues. Todo se junta en la ardiente nieve. Todos los sacrificios tienen un precio. Todos.
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3 comentarios:
No creo que me guste esta tampoco.
Es cuestión de probar...
Qué idioma?
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