martes, 9 de julio de 2019

Years and Years. Primera temporada.

En mitad de lo distópico, todo es posible. Si llevamos la distopía a nuestro ámbito diario, la locura. Y si es en la Pérfida Albión, el Apocalipsis de San Juan para acabar la primavera y empezar el verano. Hace tiempo que no leo el Apocalipsis, pero todavía recuerdo a Emma Thompson. Aquí, doña Emma, hace del populismo su ideal de vida política y, año tras año, va engatusando al personal. ¿Cómo nos han engañado los populismos políticos? Básicamente, estando en la tele las 24 horas y vendiendo mierda y siendo utilizados por los partidos tradicionales para atacar a su oponente (al de toda la vida). Lo hizo Soraya entregando las teles españolas a Podemos para utilizarlo contra el PSOE; lo está haciendo ahora el PSOE con VOX (a todas horas tenemos en La Sexta y en La Ser a Espinosa o Monasterio). Pero no nos metamos en política nacional o regional. No. Volvamos a las cenizas de May y Cameron. Aquellos mantas trajeron estas epidemias. Y puestos a sumar años, como está claro, el caos. Esto suele ir a peor. A mucho peor. Lo que hace Years and Years es mostrar esos cambios en una familia, como no podía ser de otra manera, también utópica/distópica/distinta/singular/peculiar, como decía EHDLCV que debíamos utilizar correctamente el lenguaje. Otro que se merece una serie. O un serial. Y esa familia tiene de todo: activistas, disminuidos físicos, el gay de todas las series, la niña blacmirrorizada, la abuela mandamás, la cuñada negra, el cuñado celoso y, en mitad de ese aquelarre, el refugiado político. ¿Nos suena? ¿Música celestial? ¿Suenan violines? La semana pasada me comentaba un excompañero de trabajo que dejó de verla al segundo capítulo; a mí, por el contrario, me encanta la aceleración a partir de ahí. El futuro, ese gran hijoputa en el que, como en el presente, todo es mentira. Una mentira crepuscular, hubiera dicho un crítico de cine (un Manu de Los Lobos, o alguien así). Y si ya la hubiera dirigido el tío Sam de Grupo Salvaje, la de Dios. Years and Years da mucho juego en esta primera temporada. Mucho. Mención aparte la imagen que dan de España en Years and Years. Muchas veces no nos miramos el ombligo lo suficiente. ¿Cómo estaremos en España en 5 años? ¿Y en 10? ¿No nos vale el ejemplo de Grecia? ¿Tendremos que vivir con 5 trabajos? El desastre bancario ya lo hemos visto, hemos vistos bombas, hemos visto desastres familiares, hemos visto deportaciones y hemos visto juicios de todo tipo. Todos tenemos, antes o después, nuestra Lampedusa, nuestro campo de concentración favorito. ¿Si no en qué nos estamos convirtiendo? Demasiados puntos suspensivos, demasiada irresponsabilidad, demasiadas camisetas a un euro que compramos aunque no necesitemos. Y todo lo demás, también. Coda: ¿Para cuándo han dicho que estará Notre Dame en condiciones? ¿Para cuándo la torre de Pisa? ¿Para cuándo? ¿Para?

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