Hace 16 minutos
domingo, 1 de marzo de 2009
La cara y la vergüenza.
Debería caérsete la cara de vergüenza muestra cuentos de soledad, desesperación y alcohol. ¿Qué sería del alcohol en nuestras vidas? La gente está sola y no se da cuenta. Perdón, sí se da cuenta, y lo que pasa es que no quiere darse cuenta. Son cosas distintas. El libro me lo dejó don Jesús, ya sentado en su poltrona de personal laboral (funcionario, vamos, la vida resuelta y todo lo demás; ahora ya puedes cogerte las bajas “laborales” que quieras, y almorzar 5 veces al día). La gente que vive en la ciudad y sus paranoias solitarias. El paradigma de este libro de Sergi Pàmies es el relato que da nombre al título, que muestra la verdadera cara de la postmodernidad, un tipo que promete y no cumple, que desea hacer y deshacer a su antojo, que sueña en colores mientras vive una vida muy negra, que cree que todo es una solución a la nada que ignora que no posee. Muy recomendable para pesimistas indomables, para aquellos no ven el sol porque piensan que viven al sur del continente austral. Porque, a fin de cuentas, alguien te preguntará por qué te deja estar aquí.
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10 comentarios:
Ummm...me da que ese libro como pesimista que soy me pega, igual me lo leo, sólon espero no volverme como el protagonista....;)
Tú eres más optimista, y colorista. Son personajes grises.
Me lo apunto.Pero hoy déjate de pesimismos y mira esto: http://www.youtube.com/watch?v=LP7zFmHgzyA
pero no te acostumbres.
que no estoy para pesimismos, que estoy para que me mimen.
En el comentario anterior quise decir no te acostumbres a ese tipo de vídeos, pero igual no te gusta,no lo sé. ¿Mejor éste?: http://www.youtube.com/watch?v=LvuiCCuYRNI
Hace ya tanto tiempo que lo leí que apenas recuerdo alguna de las historias: personajes grises y solitarios en ciudades olvidadas. Ah, claro y además alcohol
No lo he leído, pero me lo apunto para cuando esté de buen humor y tenga una racha de sentirme injustamente y falsamente joven, porque para ser pesimista y para ser oscuro y para ser siniestro hace falta ser joven. Uno se va amargando con la edad y lo único que desea es que al leer y al ver películas no le amarguen más. Es cosa de la edad.
Y bebiendo limón exprimido.
Este de Pámies no lo he leído nunca, aunque sí 3 de sus recuentos de cuentos. El mejor: "Si menges una llimona sense fer ganyotes", es decir, "Si comes un limón sin hacer muecas", una obra maestra que pasará a la posteridad de la literatura catalana contemporánea. No te lo puedes perder. El estilo de Quim Monzó se perpetúa para ser transplantado en otro genio de la orfebrería literaria, Pàmies.
Pues nada, buscaré lo del limón.
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