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domingo, 19 de septiembre de 2010
Los putos números
Esta noche, después de ver el partido entre la Real Sociedad y el Real Madrid, he intentado, únicamente, hacer un poco de memoria. Si Pellegrini hubiera hecho tres partidos de liga como este Real Madrid de Mourinho, hubiera sido crucificado. Y no hubieran hecho falta dos malnacidos alrededor. El Señor Inda, el Señor Relaño, todos sus secuaces, lo hubieran puesto a parir. Pero no. Con el portugués, antítesis de Saramago, todo vale. Siempre se puede escupir en el mar que todo sigue igual. Pues eso, los putos números!!!
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5 comentarios:
Bueno veo que coincidimos en algo. El señor Inda (Don Pantunflo) es mi enemigo número uno. Deseo su extinción más que nada en el mundo. Cuánta fata hace Elías Israel!
No se si has oido lo último. Mourinho ha explotado en la TV portuguesa diciendo que le debían dejar ir porque "va a estar de vacaciones". Patético. Cuesta abajo y sin frenos la organización de ese club.
Soy de letras pero los números mandan a veces.
Felipe, habrá que escuchar las homéricas profecías de Jorge Alberto Valdano al respecto. Tiempo al tiempo.
Números... Voy a empezar con matrices y las ecuaciones las voy a dejar para después.
Homéricas?? ummm yo diría más bien paulistas!
No se lo digas a nadie pero estoy convencido de que Valdano y Coelho son LA MISMA PERSONA!!!
Sí, aunque la memoria es flaca, al Madrid del año pasado lo recuerdo bastante mejor que al de éste en los partidos medianos. A ver qué pasa cuando lleguen los partidos pequeños (primera eliminatoria de Copa) y los grandes (octavos de Champions, Barça). De todas formas, yo voto que dejen seguir a este buen muchacho. Lo único que quiero ya es no empezar de cero todos los veranos; por lo menos, que no vuelva a aparecer la manida excusa del equipo en construcción.
El Sr. Relaño le atiza a Mourinho como le atizaba a Pellegrini; sigue enfrascado en su imposible búsqueda del guardiola blanco. Inda no, Inda es un cínico que aplaude ahora lo que repudiaba antes. ¿Y qué coño hace Segurola ahí?
Por cierto: ser la antítesis de Saramago no está nada, pero que nada mal.
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