viernes, 22 de junio de 2012

Morirás mañana. El misterio de Alma Rossi

El misterio de Alma Rossi, continuación de El escritor sale a matar es el deseo y la ambición. Por una lado, Javier Garcés se traslada a Chile en busca de una Alma Rossi que huye con millones de dólares. Ambos se desean la muerte, a pesar de su particular amor. Ambos buscan acabar con el otro. Ambos, en su OK Corral particular, buscan meter en el nicho al otro, con colaboradores varios, entre hoteles y casas con vistas al mar. Por otro, el gran Bayly recuerda la infancia y adolescencia de Alma Rossi, recuerda a su madre y a su padre, recuerda los momentos más dramáticos y los más salvajes de esa niña perversa que nació cabrona. La huída de Alma Rossi es la de la que te la tiene jurada, la que ni olvida ni perdona pero sigue amando. La búsqueda de esa individua por Garcés es la del Apocalipsis por venir, la del todo o nada, la de la desgracia ingenua. Y, entre ambos, con la sed sanguinaria del tiburón en celo, una vez aprendido el arte del asesinato, y con el placer reciente de ello, sigue ejerciendo esa virtud. Sí, esa virtud. No lo podemos llamar de otra manera. Virtud. Matar al que se lo merece. Y todos tenemos una lista muy larga de individuos de esa calaña, de chusma maloliente y culona que debería estar en una fosa con nombres y apellidos, publicitada por los diarios para que no quede en el olvide que están bien muertos. Siempre cuento que hay que recordar al personal los muertos más frescos. Y Garcés aprieta el gatillo, y acaba con la mierda que nunca tendrá resurrección. Y, además, el azar, ese invento de la providencia, o, simplemente, del demonio, también tiene su papel. Pues eso, que para los amantes de la venganza, para los que quieren saber como se forja una hija de Satanás, no viene mal recrearse un ratillo con estas historias bien contadas. Y todo lo demás.

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