jueves, 28 de junio de 2012

Narciso despeinado

Presentación Alberto Caride. Narciso despeinado. from Raspafish producciones on Vimeo.

Reconozco que lo postmoderno no me gusta. Me he llevado muchas decepciones con los pastiches. Pero hay pastiches que se venden muy bien. Y eso lo hace a la perfección José Daniel Espejo en el prólogo de Narciso despeinado. Tampoco sé (no me hablaron mucho en la licenciatura, sólo unas clases con el profesor Ruiz Ibañez) si la postmodernidad es una liberación. ¿Refugio? Difícil respuesta. ¿Homenajes? Tampoco soy de homenajes, ni de poesías, el libro es préstamo de Don Jesús. Puedo ir a escuchar poesía, pero leerla y sentirla es otra cosa. Y eso que Espejo habla de David Foster Wallace en el prólogo, otra de mis cuentas pendientes. Y resalta, con acierto, la escasez de libros con trascendencia en las estanterías. ¿Imposible encontrarlos en el siglo XXI? ¿Quién maneja la brújula crítica? ¿Modernidad? ¿Juicios a esta altura de la prórroga? No lo sé. Estoy de acuerdo con Alberto Caride Brocal en que existen silencios maravillosos y que hay músicas que se vuelven contra nosotros en forma de melodías torpes. La humedad bucal es obligatoria, exista el ruido de fondo o no. Ahora que llega el summertime, reconozco a algún familiar yonki en Murcia en verano. No puedo Amar en preposición porque creo que soy el único de este país que se las aprendió en un orden distinto. En Contra lo que se cree comúnmente, vuelve a acertar al subrayar que no tenemos poemas a nuestro alcance que lleven la tristeza a las antípodas. Pero yo no tengo poetas favoritos, yo no tengo en mi mesilla de noche ningún Poeta de los Nombres. La ausencia me la salté hace tiempo, porque de la página 31 a la 33 hay palabras que hacen recordar momentos. No puedo sentir Se Finì porque no creo en el café y, cada día menos, en el papel. Arcada supone recuerdos, aunque, dependiendo de la edad, cercanos o no. Cuando leo Shappa me parece ver un subrayado de color rojo que indica ese momento, que a todos nos llega, en el que somos "un indio en medio de una fiesta de vaqueros". A Bricolaje le pongo música de fondo aunque no hable de drogas y no la cambio por La Verdadera Historia. A La lluvia no le pongo imágenes, le pongo recuerdo en peli con Harvey Keytel: "Los días de lluvia solo se pueden hacer dos cosas, y a mi no me gusta jugar a las cartas". Pues eso, que si tenéis unos minutos libres en mitad de media hora de silencio, podéis buscar alivio en este Narciso despeinado, porque, al llegar a la página 54, Eso es todo. Y punto. Coda: no me gusta que saquen en la portada al vampiro de Crepúsculo, hubiese estado mejor, sin duda ninguna, el perfil de Jota Planetas. Y todo lo demás.

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