miércoles, 13 de marzo de 2024

The Gentlemen. Primera temporada.

Decía EHDLCV que el dinero vuela y las putas se van corriendo. Otras veces decía que van corriendo, que dependía del contexto. Y del dinero. Sobre todo, del dinero. Las historias de Guy Ritchie no van de Inglaterra (aunque citen a Tony Blair y Guillermo el Conquistador [Viva Normandía]), van del Rubicón que debemos cruzar y del Julio César que llevamos dentro (los idus, los putos idus). Hubo toda una generación de británicos (y gente con apariencia de británicos, o borracheras de británicos) que creció con el chascarrillo de las frases de Lock & Stock. Con The Gentlemen no se llega a tanto, pero no será por palomas, o por palomas mensajeras, o por la granja entera, antes y después de pasar por el matadero, porque “nada une más que un poco de sangre sobre la lona”. No sólo de L&S hay en TG, sino de Cerdos y Diamantes, porque siempre hay algo que poner en la lápida, sea de mármol de Macael o de peor calidad y que se pone de mierda hasta el culo cada vez que la calima hace de las suyas: “Educamos al perro, no al hombre. Hay un perro en todo hombre que el hombre no puede controlar, así que lo hemos controlado por él. ¿Sabes cuál es el reto fundamental de la condición humana? Demasiado perro no entrenado”. Demasiado perro no entrenado. También hay vírgenes y gitanos en este universo neodarwinista: “Las personas o sobreviven en la jungla o existen en el zoo. Pocos reconocen la importancia de la paradójica reconciliación de las dos”. Con música que ayuda a la reflexión continua, al cambio de la dirección del viento, a los secretos, a las convivencias, al cristianismo utilizado, vemos una serie que nos lleva a la prisa y la violencia, a la jodienda y a lo susceptible de la inmediatez porque “los relojes son para la jubilación, y no es tiempo para ello”. O, podemos “reciclarnos como jugueteros”. Como putos jugueteros. Y luego, el continuo deseo de ajusticiar (no sólo en plazas públicas, pero también en ellas): “No basta con hacer justicia. La justicia debe ser vista para que se haga como aviso para aquellos que tengan tentaciones en el futuro”. Y eso es la vida una sucesión interminable de derrotas, de decepciones y de visiones que te llevan a darle a la quijotera en el diván frente a la lavadora: “A veces ganas y a veces ves como matan a alguien a machetazos”. Y más de una vez, hubiera añadido EHDLCV. Siempre hay que pensar en poner testiculina a nuestras vidas, y no solo en utopías hitlerianas, pero es que sin peligro no hay premio, no podríamos escapar (o intentar escapar) de la cárcel nuestra de todos los días. Lo dicho, una joya que podría estar mejor pulida pero que, por momentos, recuerda a ese mejor L&S, al de la sonrisa maliciosa y los dardos envenenados de Vinnie Jones. O no. O simplemente nos hemos hecho demasiado mayores y nos creemos lo que no somos.

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