sábado, 6 de diciembre de 2008

La historia de Wo Weihan

El lunes por la tarde, en la facultad, leyendo El Economista, puse, como siempre, atención en lo que contaba Juan Pablo Cardenal en Sin cuentos chinos, la columna habitual de este corresponsal en Asia. Contaba la historia de Wo Weihan, un bioquímico chino que conocía a la perfección el viejo continente y que contaba en su currículo con distintas patentes. Fue detenido por, presuntamente, “espiar” para Taiwan. La historia la resumía perfectamente Amnistía Internacional el día 26 de noviembre. Sus hijas, cuenta Cardenal, austriacas de origen chino, después de 4 años siendo olvidadas por las autoridades chinas, son informadas de que pueden visitar al condenado a muerte antes de una semana. Occidente intenta algo (algo que debería haber hecho con más énfasis mucho antes). Pero no. El día 28 de noviembre, Wo Weihan fue ajusticiado a través de una bala en la cabeza. La columna de Cardenal, de lectura obligatoria en cualquier facultad de periodismo que se digne a llamarse así, antes o después de Bolonia, ilustra a la perfección la situación: “Con la muerte cerebral, quién sabe, quizás hasta dio tiempo para rescatar sus órganos y traficarlos al mejor postor”.  Sí, sí, esta es la China que ahora vale como modelo económico para Occidente, la misma que mata  a incontables personas al año por distintas causas. En la nota de Europa Press se interpreta como golpe de China a la Unión Europea por la reunión de SuperSarkozy con el Dalai Lama. Viva la democracia china, esa misma en la que fueron a retratarse los dirigentes del mundo en las olimpiadas veraniegas. Esta es la imagen del comunismo del siglo XXI, el que ahora quieren imitar con la estatalización de la economía. Pues vaya una puta mierda de economía y de Estado y de todo lo demás. Vergonzoso. Pero este verano nos vendieron bien la moto los chinitos. Joder, si parecían estálines de la concordia.  Sí que aprendieron bien del bigotudo ruso. Y nosotros haciéndonos los ciegos. En fin, es lo que hay. Aunque no hay que mirar tan lejos. Ayer repasando el soitu, me encontré con estos datos que reflejan el pastiche que es la democracia. Esto me pasa por ser abstemio un sábado por la mañana, limpiando y limpiando y dándole vueltas a la cabeza. Viva la democracia!!! Y punto. 

4 comentarios:

Sarashina dijo...

De verdad, se me revuelve el estómago con estas cosas. Qué asco. Matar es matar, aquí y en China.

Anónimo dijo...

El poder, que es el que gana, siempre escribe la historia. Si en Normandía Hitler hubiera encontrado soldados profesionales (no los reclutas viejos y niños que encontró) o una división (10.000 hombres y 100 carros de combate) más, ahora estaríamos celebrando el triunfo del Reich. Lo de China es ilógico. Y es tan ilógico como Guantánamo, que es un mínimo parche en todos los desaguisados en los que anda metido occidente. Pasándose por el forro de los cojones la vida. ¡¡Arriba el enciclopedismo!!

Anónimo dijo...

No. China NO es un modelo para Occidente. China ES EL SOCIO MÁS INFLUYENTE de Occidente. El negocio es muy grande (el globo) y los interesados en el reparto intentan contentar a los nuevos ricos aunque sea aceptando sus reglas impuestas.
Una de las peores sociedades que se pueden dar es la formada por un tonto y un cabrón.
Saludos (y no te vuelvas mister proper).

Sarashina dijo...

Un tonto y un cabrón que se lleven bien y sean trabajadores. Aquí se dan las condiciones.