domingo, 14 de diciembre de 2008

La siesta del verraco.

Como voy a estar un tiempo sin ver a cerdos y cerdas, y quizás me recluya por unos días en plan Gog, ayer hice una visita a unos chatos murcianos. Para un día que no pruebo el vino, me voy de chatos. Autóctonos de Murcia. Sólo les falta la cadena en el pelo. Se aprovecha todo menos las uñas de los pies, como dice el himno. ¿Era la marsellesa? O que más da. El himno de Francia.

Y me quedé admirado por el verraco. Son unas instituciones. Los berracos, digo. Es como la acción tutorial. Siempre esperando una MQMF. Pero el cerdo en cuestión siempre cumple. Un campeón. El dandy de los cerdos. Un crack. Un follador nato. Y encima se folla a las más cerdas (tenía 13 esperando). Y punto.


5 comentarios:

Mal bicho dijo...

Joder, yo siempre quise tener una aventura con alguna MQMF. Hay tres vecinitas en mi edificio que...ojala se parara algún día el ascensor!!!!

Pilar M Clares dijo...

¿Has dicho que te vas?Cuando dejes de cantar,fírmame un autógrafo, yepa. Qué buen tema, te lo robo pase misí pase misá.
Besico, paselobien paselomás

supersalvajuan dijo...

Que suerte en tu edificio, mal bicho. En el mío hay cactus y poco más.

Anónimo dijo...

Siempre lo pensé... los profes y las MQMF!!!

supersalvajuan dijo...

Caballero británico, por lo general, decepciones. Una detrás de otra.