Es lo que tienen las palabras. Miles de interpretaciones. Y si no las entiendes, debes llamar al hermano James:
Aunque la salvación es una cosa muy personal, es una espera con ciento y pico dólares en la mano. Una mentira, aunque no lo parezca. Una jodienda con vistas a la bahía. Y la bahía, muchas veces, está encolerizada.
¿Qué le pasaría a Pablo camino de Damasco? A fin de cuentas, todos somos apóstoles conversos: todos cambiamos de opinión, todos nos chaquetizamos antes o después, todos llevamos dinero ajeno y todo cargamos con culpas.
5 comentarios:
http://www.youtube.com/watch?v=OhZnU9zOm1k
¿Has sido bueno hoy? Yo hace tiempo que no santifico las fiestas.
Besos.
En los tiempos de Saulo/Pablo no había controles de alcoholemia. Por tanto los accidentes de tráfico gozaban de impunidad y la excusa de la iluminación divina estaba al orden del día...
Lali, ¿estos de donde han salido?
Laura, santifico fiestas y no fiestas.
Tienes razón mundano, Pablo, el vino y todo lo demás. Sería el vino por lo que cambió. El vino del mundo.
son de Sevilla los descubrí el otro día :)
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