sábado, 4 de julio de 2009

El día de la independencia.


Hoy, día 4 de julio, los norteamericanos de corazón, celebramos nuestra independencia de una manera clara. Como supersalvajuan I de Aljucer y V de Nueva Orleans, hoy celebro entre cervezas y bombays, que no se nos olvide la India, el día de la Independencia. Ya está bien de reivindicar la Revolución Francesa. En la Revolución Americana está el germen. El germen de la libertad. Me contaba el otro día el señor que actúa como personal laboral, que cuando se tomó la Bastilla había recluídos cuatro gatos allí dentro. Qué fue un gesto. Nosotros los norteamericanos, líderes espirituales del mundo libre, estamos cubiertos desde el 4 de julio, desde Philadelphia, por un manto de oro. Yo no estoy aquí para predicar a los devotos, sino para hacerlo a los descreídos de Occidente, de esa España decadente que huele a bar cutre salchichero. Como buen seguidor del partido republicano norteamericano, estoy deseando la ampliación de las fronteras norteamericanas a todo el mundo. Es más, este periodo de Obama, la versión política de Lewis Hamilton, tiene los días contados. ¿O es que la gente no se acuerda de lo que le pasó a Jimmy Carter? La NBA debe llegar a todos, debe ser de obligado estudio en cualquier colegio e instituto del mundo. Y tenemos un himno con una letra como la que Dios manda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, bendicion sera cuando tengo el mio propio, aunque sea diminuto, de momento, a seguir compartiendo...
esperemos que las oposiciones dentro de no muchos traigan trabajo y alguna sorpresa...
que ingenua soy, no?

hm dijo...

La letra del himno de Estados Unidos es una maravilla y más si se conoce su génesis...