martes, 24 de junio de 2008

La última noche.


Ante la imposibilidad de estudiar esos temas de mierda (el calor y el teléfono). He decidido ver algo de cine. El refugio de los que no tenemos futuro, decía un compi de hace unos años. Pero cómo el futuro no importa, qué le den. He visto La Última Noche, no confundir con la película epónima—homónima de Spike Lee. One more time, La Última noche. Pues eso. Que el mundo se va a la mierda (cómo ahora, pero en este momento va a cámara lenta, y muchos ignorantes no se dan cuenta). A lo que iba. Que el mundo se va a mierda, pero hay gente que vive mientras puede. Y si no vive, consigue algo por Internet, que para algo lo inventaron. La moralejilla en plan pregunta catártica del film es la siguiente: ¿Qué experiencias deseabas tener? ¿A cuáles tendrás que renunciar? Todo eso está muy bien, pero al final no hay que arrepentirse de nada. Mirad el PP, que parece que han ganado las dos últimas elecciones. Y tan felices, y se van de paella de finde (nunca mejor lacostellamente dicho) a Valencia. Pero eso es otro verso suelto. Otro cantar galaico. Vamos, que no viene al tema ahora hablar de las aves. Pues eso, que cuando el planeta se va a la mierda no hay que hacerse el condescendiente. Yo creo que me iría al otro barrio escuchando el Tomorrow Never Knows y el Within you whithout you, ambas de los 4 de Liverpool. A uno de los protas, sus padres le regalaron el Guantanamera de Pete Seeger (¿Pete Seeger era socialista?). Y esta toda la peli con la cantinela esa. También te das cuenta de la verdadera imagen de la kale borroka: si no tienes futuro, te dedicas a volcar coches y quemar autobuses. Se trata de celebrar y llorar. ¿Por qué lloramos? ¿Por qué celebramos? Siempre añoraremos la Revolution, con ce o con te. Y ya se sabe que el Imperio británico se construyó a base de tazas de té. Pues eso, que debería tener razón Seeger con eso de que “los ríos de las montañas me alegran más que el mar. Y realmente: ¿tanto se ha avanzado en los últimos 32 años? Bueno sí, hemos pasado de la crisis del petróleo a la crisis del petróleo. Y en la mejora de las profes de francés. Pues eso, que el día que dejen de funcionar los móviles me alegraré. Pero, ¿se irá el mundo a la mierda? Pues, si se va, ya sabéis lo que debéis decir: “Gracias, no quiero más rosas”.

4 comentarios:

jm dijo...

Animo, que ya queda poco de aquí al domingo!!

rakel dijo...

No te vayaaaaaaaaaaaaaaaaaassssss

Homo Insanus dijo...

La he visto, canadiense, sí, con esa actriz asiática de cara extraña, la de Anatomía de Grey.

Es buena peli, sin tremendismos, un fin del mundo cotidiano, casi como en Hijos de los hombres, sólo que en ésta, había fecha de caducidad y todo.

No sé a qué me dedicaría yo durante el último fin de semana del planeta. Supongo que a comer y a foll..,XDD,sack pero yo es que soy muy simple de cara a gastar mi tiempo, por muy finito que sea la cantidad del mismo a mi disposición.

Saludos.

supersalvajuan dijo...

sandra ohhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!