jueves, 26 de junio de 2008

Los herejes no comen tocino.

Anoche, como cristiano viejo que soy, empecé esta tira de tocino. Se están perdiendo las buenas costumbres. ¿Qué hace un julay tomando café descafeinado? ¿Y leche desnatada? ¿Y el refresco zero? ¿Y los batidos esos de mierdas? Joder, que estamos perdiendo las buenas costumbres. La gente se comporta de un modo extraño. ¿Y el edicto de Felipe II de 1567 nos lo pasamos por la funda del forro de nuestros caprichos? Pero, en fin, es lo que hay. Las malas costumbres. Tocino forever!!!
El tocino es de nuestras amigas anoréxicas, conocidas popularmente como las virtudes. Eso es un tocino, y lo que digan los libros es mentira. Todo es mentira. Viva la mediocridad!!!

4 comentarios:

Luna dijo...

Mandame un trocico, anda, que mi madre cuando compra lo esconde pa que no coma yo (cosas de la operación bikini, jejeje).

Por cierto, te he agregado en mi blog. ¿Te importa? Si no quieres, sólo tienes que decírmelo y te quito y punto pelota. Ok?

Un saludo.

Sarashina dijo...

Cuanto siento no poder seguirte en este placer, ya que hace cuatro años que no como carne y menos aún, claro, tocino, no por prejuicios religiosos ni éticos ni místicos ni en realidad sé por qué. Sólo sé que no como carne y ya está. La verdad es que ese tocino es una obra de arte, no sé si de las artes cisorias, culinarias o fotográficas, pero tiene muy buen aspecto.

supersalvajuan dijo...

Luna, que no te escondan el tocino, ni el bikini. También estás enlazada en el mio. Y cuidado con l@s periodistas en general, que se te pegue lo justo de muchos de ellos. Fijate sólo en los buenos. Chaíto.
Clares, mejor pinta con un buen vinito. Supongo, que vinito si tomarás. Eso no hay médico ni doctora que lo prohíba. Au revoir.

Madame Tafetán dijo...

Tú me habías hecho falta cuando una amiga mía se quejaba de que en Segovia sólo ponen de aperitivo torreznillos, alegando que le tenía mucho cariño a sus arterias... Pobres torreznillos, con lo ricos que están