lunes, 25 de mayo de 2009

El desván y las bombas.


¿Tenemos los días contados?
¿Todo se va a la mierda?
¿Vamos a desperdiciar todo esto?
Como no está en nuestras manos, tampoco podemos hacer nada.
Y como todo es mentira, no debería preocuparnos.
Sólo, únicamente, hasta que estalle todo.
Trizas. Demasiado. Sentir.
Y todo lo demás.

9 comentarios:

Juan Luis G. dijo...

Nadie llevará flores a nuestra tumba, por méritos propios.

Ramón de Mielina dijo...

Sí, las llevarán las cucarachas para desenterrarnos y estudiar nuestra "evolución", seguro que ellas sí que aprenden de los errores. Igual las ratas les acompañan, qué suerte la nuestra.

rakel dijo...

Después de tanta bomba y tanta porquería no quedarán ni flores,ni bichos,ni nada....

Mar dijo...

Me temo que sí, Super.

No sé si es que hoy estoy más negativa que tú pero, creo que -antes o después- toda esa maravilla, que es nuestro planeta (y nosotros dentro de él), nos vamos a ir a hacer gárgaras.

Un abrazo.

alfonso dijo...

impresionantes las fotos
dos minutos de paz entre toda la guerra diaris

alfonso dijo...

por cierto, sera que las pastillas provocan nuevos matrix en las cabezas vestidas con camisas verdes

Sarashina dijo...

Preciosas las fotos, de verdad, y realmente da sentir, como tú dices, que se vaya todo a tomar viento, radiactivo, claro. No me gusta nada ser catastrofista, prefiero pensar que duraremos algo más. Ay, que no quiero pensarlo, que no.

supersalvajuan dijo...

Estáis hechos unos filosóficos. Viva Manolo Kant!!!

Natalia Pastor dijo...

Las amenazas siempre han existido como espadas de Damocles sobre nuestras cabeazas.
Desde la crisis de los misiles cubanos hasta hoy.
Al final,como decía Jay Leno,"el miedo no hay que tenerlo a que estalle una bomba nuclear,si no a que un imbecil se salte el ceda el paso"