The Shield. Segunda temporada.

Cualquier refugio es falso. No valen colecciones de verdades juradas sobre una Biblia de hojas gastadas. El principio que nos dice que todo es mentira se cumple en esta segunda temporada de The Shield. Vic y sus secuaces siguen haciendo de las suyas, y no es posible el retorno a la verdad. ¿Justicia propia? ¿Deseos incumplidos? En esta temporada también se cuentan, incluso haciendo más hincapié, el desazón de las relaciones personales, el problema de las medias verdades, la ambición sin límites, el abuso de la estadística, los problemas raciales llevados a extremos exagerados, la delicuencia de las bandas, la jodienda de la sinrazón y todo lo que hay de la malo en la humanidad, que es mucho. Pero como el dinero todo lo paga, hay que luchar, aunque sea por el dinero. Hay veces que The Shield es miedo, hay veces que su desesperación de bucle sin salida se hace desesperante, pero siempre caes en sus redes. Y Vic no tiene un pelo de tonto.