Hace 43 minutos
sábado, 4 de mayo de 2019
El sabor de las margaritas. Primera temporada.
Comienza a su ritmo, con atmósfera cerrada y palabras claras. Pero no todo es lo que parece en la primera temporada de El sabor de las margaritas. Desapariciones, silencios, denuncias, robos, hijos de papá, conflictos de competencias, líos de instituto, perros abandonados, música en cedé, celos y desamor y todo lo demás. O no. Todo no. El puzzle, a veces, parece incompleto. La pieza que falta. La foto que no deberías ver en el trabajo. Las falsas apariencias. Todo es una gran mentira en nuestra vida. O casi todo. Hasta la visita del Papa a Compostela está presente. Meigas para todos. Galicia calidade. Fai un sol y todo eso, pero sol, en la serie, poco. Perversión, profesores con malas intenciones, padres con muchos secretos. Cáncer y confesiones, dulces y extranjeras con intención de cambiar. Redes, videos, fotos, palizas, fetichismo. No está terminada de perfilar, pero deja grandes momentos. Y silencios. Pintura roja, hebillas, cuartos oscuros, jardines varios. Puertas con cerrojos que guardan silencios. Muchos silencios, muchos puntos suspensivos. Cinco calaveras con muchos secretos. Justicieros (mal)entendidos. Y todo lo demás, también.
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