domingo, 28 de febrero de 2021

Homeland. Cuarta temporada.

Después de 6 años, vuelvo a Homeland. A la cuarta de Homeland. Sin zanahorios billianos (salvo un espectro de pesadilla, salvo un sueño atemporal) que molesten con sus conversiones. Nada más bajo que un zanahorio converso. ¿Eso es una verdura que no se puede definir? Vaya usted a saber. Dormir o no dormir: esa es la cuestión. Ataques suicidas donde hay injertos de pelo (de Turquía hacia todos sitios). Gran invento el de los microinjertos de pelo, pero de eso hablaremos otro día. O no. Quien dice Turquía, dice Afganistán y Pakistán, dice Islamabad, dice un asalto a una embajada yanqui en la tierra que entierra a los imperios contemporáneos. O los vence. Vencer, enterrar… Podemos decir una guerra, podemos decir 14 guerras. O las que hagan falta. Refugios de los chicos de Osama y agregados. Trabajos confusos. Viva Pakistán. Pero aparecen drones. Vaya invento el de los drones. Jodido invento, pijo. ¿Pero se puede retomar algo de Homeland después de tantos años? ¿No está todo obsoleto? Todo es mentira. Islamabad. Gran canción. Lanzar bombas sobre bodas o lo que no es lo que parece. ¿Algún problema? ¿Nos podemos recuperar de un desastre? ¿Qué valor tiene la palabra responsabilidad en el mundo contemporáneo? “Pakistán… Ni siquiera es un país de verdad. Es un puto acrónimo. Y se habla de confinamientos antes de “nuestro confinamiento”: el confinamiento en la embajada. Otros tiempos, otros confinamientos: telegramas para todos. Confinamientos para asegurar al personal y reconstruir el pasado y detectar a los agentes dobles. “El que nace cazador muere cazador”, otra frase de las que se dicen y no se enmarcan, ahora que acaba febrero. “Los secretos son tiranos? O tal vez, no. ¿Fue el 11S una engañifa? ¿Pero acaso las Torres Gemelas siguen en pie?. Otra frase que no vale ni para el presidente Sánchez: “Uno no se recupera de un plagio”. La dificultad de tomar decisiones, los secuestros, las desapariciones, los tiroteos… De todo tiene la cuarta de Homeland. Ahora que el antiTrump (viejunos Biden) ha atacado Siria después de un mes en el cargo, nada como recordar que en cada pueblo, en cada región, en cada comarca y en cada país, siempre hay un Osama de turno (¿o se dice cuota?) liderando resistencia antigringa. Es verdad que después del 11-S todo fue distinto, pero todo suena a chiste ambulante. O no. Y siempre, antes o después, soledad y familia, chantaje y mierda sobre mierda. Sedición al poder. “Somos los nazis de la tierra de nadie”. Los fallos importan solo si los que mandan creen que son importantes. O no.

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