Esta mañana, trajinando un poco, entre notas de actividades, procedimientos y actitudes, encontré el ocultaidentidad del verdugillo. Todavía hoy hay gente que me llama verdugo. Verdugo, otro de mis sobrenombres. El problema de los verdugos es dar una doble respuesta, a Dios y al diablo. Pero la cuetión es que no sé muy bien dónde lo dejé. ¿Dónde estará el verdugo que hay en mi? Aunque, al final, mis ojos siempre me delatan. Pues eso, "queda más alcohol...".
Hace 4 minutos
2 comentarios:
Se te ven bonitos los ojos.
Besos.
yo creía que ibas de nazareno, de esos de mi pueblo.
Me recuerda a unas fotos de carnaval de 2007, a alguien con un pijama de franela, y a esa misma persona con traje de monje, pero que no iba de monje sino de verduguillo.
Publicar un comentario