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martes, 16 de septiembre de 2008
El tren de las 3:10,
Viendo El tren de las 3:10, te das cuenta de que lo que importa son las historias. Y si vienen de Elmore Leonard nada que decir. No hace falta maquillaje, no hacen faltan efectos especiales. Una pandilla de desalmados, un buen hombre que quiere cuidar a su familia, unos caballos, una diligencia, y, dólares, dólares de por medio. Es bueno ver películas grandes de vez en cuando. Y los westerns son pelis de miradas, de cruzar miradas. Y de chaquetas de pana, aunque sin Mercromina. Hay un momento en el que dicen que “desear la muerte y matar son cosas distintas”. La honradez y el dinero, también. Todo en la vida es despreciable, incluso la supervivencia de ciertas especies. Siempre he dicho que, en algunas ocasiones, el camino más seguro es un techo. Esta película enseña que hay veces que es mejor dar el tiro de gracia que esperar lo inevitable. El western es la mirada de un sediento en el centro de un desierto. Y en mitad de un desierto no existen los dulces sueños. Aunque una mujer de ojos verdes hace más llevadera la cruz que nos ha tocado cargar. Esos ojos verdes. En un momento de la peli, mister Crowe, siempre magnífico, siempre rostro impenetrable, cita un pasaje bíblico, resumen de muchas cosas: “El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre” (Proverbios 13, 3). La vida es una hija de puta, luchas y luchas, y, al final, ni ojos verdes ni nada. La oscura fuerza y su lado aún más oscuro. Siempre explota. Una hija de Satanás, la vida. Aunque como escribió alguien en Proverbios, 21, 3, siempre es algo muy personal: “Todo camino del hombre es recto en su opinión, pero es Dios quien pesa los corazones”. Y punto.
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6 comentarios:
La vida seria maravillosa si nuestros frutos dependieran de nuestros méritos. Pero no es así. Cruel realidad.
Salud.
tu bien lo has dicho,en si la vida es un camino por el desierto, una pelea diaria que siempre te conduce a lo mismo
intentare ver la peli
Gracias por la recomendación. Este fin de semana que comienzan mis mini vacaciones intentaré ver la peli.
Qué post más bueno. No he visto la película, pero si es igual de profunda que su texto seguro que valdrá la pena.
Cuídese,
Al ver el título he pensado en el tren de cercanías... Pero ya veo que la peli tiene más enjundia.Tomo nota.
Me quedo con "Dulces sueños" y con algo de pana, pero por supuesto con Mercromina
Pues en" el bus de las 7:08"también ves cosas raras.
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