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jueves, 25 de noviembre de 2010
Dimisiones y amoniaco
Esta mañana un tipo nos ha contado que, un miércoles, después del Bando de la Huerta, hizo su particular Línea 1 y se bebió media botella de amoniaco. No le he preguntado la capacidad de la botella, pero vio las estrellas.
No digo esto por casualidad. Nunca hablo de casualidad. Ayer, acabando los Vocentos de la zona valcarcil, el gran Alcántara, don Manuel, nos hablaba de los que se va al otro barrio con su propio deseo, hablando de Dimisiones irrevocables, enfatizando que "las personas bien informadas, que somos muchas, y las demasiado informadas, que somos aún más, sufrimos una sobreabundancia de desaliento". Pues eso, el desaliento y todo lo demás.
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2 comentarios:
Joder Gaviotico cuando te pones así de serio....pues yo hoy o ayer escribí algo sobre el optimismo.
Qué el mundo es una auténtica mierda se sabe o se aprende o lo supe o lo aprendí ¡¡Qué mas da!!. Siempre hay algo bueno que queda por disfrutar, lo que hay que aprender es a saber cual es el disfrute de cada uno y cual es el límite.
;)
Tengo curiosidad por saber si en vivo y en directo también te pones tan profundo ... jajajaja.
Beso.
Me he cortado, casi me sale una entrada.
Anele, depende de la rayadura del limón del arroz con leche. Si lleva mucha, me pongo rayado.
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