Hace 52 minutos
lunes, 1 de junio de 2009
El equilibrio de los tiburones.
Después del miedo, y el cansancio y la depresión, siempre viene todo lo demás. Empecé El equilibrio de los tiburones de manera trepidante y ha terminado de manera decepcionante. No es que el libro sea malo, que no lo es. Todo lo contrario. Es sólo que el final es el que un burgués escribiría. La redención y todo lo demás. Yo espero finales en plan palestino y con efectos puramente palestinos. Historia clásica de la postmodernidad: matrimonio semifracasado, esposa deprimida. Alguno me preguntará: ¿Y qué es un matrimonio en crisis o semifracasado? Si me haces esa pregunta es que necesitas dos cosas; y la segunda es un diccionario. Si a ello se le suma la ausencia casi continua de la figura paterna y el suicidio de una madre que dejó un montón de cartas que leer, todo se vuelve una jodienda con vistas a la bahía. Y la bahía está llena de tiburones, que es a lo que se dedica el padre de la criatura. Y triángulos amorosos, en plan isósceles complicado. El equilibrio es indispensable en todo: en baloncesto, entre el juego interior y el juego exterior, entre Magic y Worthy por fuera y Kareem y A.C por dentro. Incluso entre un Bombay y una tónica. El equilibrio es el equilibrio, que decían en el circo. Asunto difícil de obtener en este mundo del siglo XXI en el que queremos respuestas sin haber hecho la pregunta, en el que queremos sol en los días de lluvia, en el que anhelamos el hielo que soporte las llamas de la desesperación. Pero como todo es mentira, no te calientes la cabeza. Sólo busca el equilibrio. Y punto.
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7 comentarios:
Como decía James Ellroy en "L.A Confidential","somos gente decepcionada que sólo anhelamos el hielo paar nuestro whiskey.No pedimos más."
Yo voy todavía por la página 100, pero visto lo visto, igual ni merece la pena terminarlo. A lo mejor te hubiera gustado más el de En la carretera o el de El caso Tulayev. Está claro que nunca acierto.
Natalia, una buenísima frase.
Lali, pero es que empezaba muy bien.
Otro dramon,nenico leéte algo más alegre que te anime...
Rakel, yo es que hasta el año que viene no me pongo a estudiar, ¿vale?
Yo lo estoy buscando...que eso de estar desequilibrada no es nada bueno.
Maica, busca, busca. Y hallarás. Lo dice la Biblia.
Amén.
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