viernes, 31 de julio de 2009

43 kilos.

Piensa que quieres agua. Simplemente agua. Y nadie te da agua. Piensa en la sed. Una enorme sed. No te estoy hablando de acabar con una caña de lomo, de unos buenos pinchos morunos en el Togo, de un jamón como Dios manda en el Antiguo Testamento. O en el nuevo. No. Te estoy diciendo agua. Vale. Y la sed, en aumento. Nada de pan, ni galletas, ni chocolate, ni cereales varios. De las gominotas mejor ni hablamos. Ni panteras rosas, ni bombas de chocolate. Nada. Sólo agua. El problema era el peso. Ahora lo entiendo todo. Que disparate.

5 comentarios:

Laura dijo...

Dios mio, que horror...
41 kilos pesa "casi" mi perro.

costalgaraldals dijo...

para que luego digan que hay "obsesión" con la imagen ... entiendo que en ese deporte tengan que ser autenticos fideos ... pero todo en exceso es malo, vaya disciplina fisica y sobrtetodo mental ¡¡

supersalvajuan dijo...

Laura, es de traca.
Costalgaraldas, hay que tener demasiado cerebro para aguantar todo eso.

Möbius el Crononauta dijo...

Como era eso de las Olimpiadas... más alto, más fuerte y más...

supersalvajuan dijo...

Möbius, siempre más.