miércoles, 22 de julio de 2009

A timba abierta.

El poder de saber cosas. O el poder de creer saber cosas. La jodida información, siempre jodiendo. Todo es un grito desesperado, sobre todo cuando aparece el suicidio como única salida. Pero lo peor, el infierno, como casi siempre, es una cosa muy personal. Sobre eso trata A timba abierta, la novela de Óscar Urra. Y el siguiente minuto lo marca todo. Los relojes, como el infierno, siempre llamando la atención. El poder de saber cosas. O el poder de creer saber cosas. Y cuando juegas a las cartas, o a lo que sea, tienes muchas probabilidades de perder. Muchísimas. Y puedes perderlo todo. Lo que tienes y lo que no tienes, incluso piensas que la muerte es una buena solución. Y sólo en los bares puedes obtener la información que necesitas. La buena información. El poder de saber cosas. Todo es frenético, incluso el anhelo. Pero en el Madrid de las timbas abiertas no hay capacidad de reflexión. Todo es un cine abierto en el que la sesión continua no es nada aconsejable. Y las casualidades, llamadas como se llamen, no existen. Nadie desaparece así como así, nadie busca basura en elcongelador. Y allí aparece Marx, y el Estado Opresor, y la Interpol, y Bakunin, y la policía, y un camarero nada recomendable, y Kropotkin, y una mujer que busca a una amiga y a su hermano, y la mafia italiana jugando a ser el Señor Rosa, y la sociedad de masas, y el vecino que todo lo ve, y los medios de comunicación e información, y las exmujeres sedientas de venganzas, y las herencias perdidas, y los favores desatendidos, y los confesionarios informantes en busca de la feligresía adecuada, y el espectro de Lope de Vega, y los gintonics con almendras. En fin, que todo se junta y, a veces, algo se entiende. Pero como decía un conocido mío, no hay que saber, hay que tener amigos que sepan. Saber cosas te mete en problemas, casi siempre. Y todo lo demás.

5 comentarios:

Insanus dijo...

Ah, pues me encanta ese subgénero dentro del negro que es el mundillo del juego, clandestino o no. Me gustaría leerla. Otra novela para el bloc de notas.

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Tiene buena pinta, curioso esto de las palabras a verificar. Me ha salido PICAR

Juan Ignacio dijo...

Las preguntas de la entrevista son de lo más originales.

rakel dijo...

gintonics sólos, con nubes, con aceitunas y porqué no con almendras!!!

El Becario Jefe dijo...

Pinta bien eso. Saber demasiado es una jodienda si no se tiene poder para la acción. Pero no creo que el libro trate de eso... divagaciones. ¿Y mis dos céntimos?