La frase del día: “La existencia va acompañada de un sonido de fondo, llamado angustia, que sólo se soporta a medias”. La pronunciaba Carmelo Gómez en una de las películas de Julio Medem, Tierra. Así se explican tantas cosas, como la breve existencia de la flor de cactus, como esta de la casa de Isabel y Juan Pedro. Por cierto, hay un peliculón con este nombre. Todo esto viene por lo de Ronaldo, que se ha roto el tendón rotulania de su rodilla “buena”. En Italia, hablan incluso de Drama. Yo me quedo con sus dos mejores goles con el Barcelona. Uno y otro. Y con la canción de La Costa Brava por lo que paso en uno de sus cumpleaños. La letra, homenaje a tantas mujeres en plena Moraleja, es ya un clásico.
Partidazo de La Bomba contra Sacramento. 24 puntos, llevando 15 al descanso. Un bestia. A ver si tiene suerte y le ofrecen un buen contrato para el curso 08-09.
Y, como a ZP, o creo ya sólo es Z, nos conviene que la tensión.
Y dejo un texto de hace un par de días, de Salvajuan:
El pulso frío
Tengo el pulso frío. Ni lento ni rápido. Botones que no me atrevo a pulsar. Tengo hielo pendiente por acabar. Sabor a limón. Pero no encuentro la sed suficiente. Será la mineralización débil. Efectos sin esperar nada. Ocurrencias desaconsejables. Balcones. Todavía no sé lo que busco en el balcón. Y no es la botella. Conjunto incompleto. Y otra noche sin dormir. Y Clara Deza dando el follón con su lentejita. Acordes en el silencio, aparatos deshonestos, venidas desaprovechadas, agujas disonantes. Maravillas de colores. Sueños. Sigo a través de llamadas perdidas, a través de mensajes rechazados, a través de peticiones de moralidad. No lo sé. Me he despertado, o no. Vuelo. Cero. Perdidos en el peor segundo, perdidos en la mejor derrota, perdidos en el más asqueroso recelo. Juego. Y sigo sin la sed suficiente, como al principio. Y miedos, o miedo, no sé sin en plural o singular, o al revés. O lo que sea. Delirios.
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