Ahora existen mil detalles que analizar. Y no hay que demonizar a nadie. ¿Qué se puede cambiar ahora? Respirar y analizar, siempre por este orden. No merecen medalla, necesitan apoyo. Lo de ayer fue previsible. El Nástic empezó tocando, jugando a coger ventaja y dejarse llevar. Y lo hicieron. En una jugada de tiralíneas, Jandro marcó el gol catalán. Aplaudí, lo reconozco. Y mucha gente también lo hizo. Eso es fútbol. Todo es mucho más sencillo. ¿Qué hubiera sido del Atleti de Ferrando si hubiera llegado en aquel mercado invernal Jandro? Preguntas imposibles, cómo si a mi tocara la lotería. En fin. Que la primera parte se la llevaron de calle, y dieron un par de lecciones en el juego a balón parado. Pero cometieron el error de esperar una contra y cerrarse en su portería del fondo sur. Y el Real, como siempre en casa, va a lo suyo. Parece que no juega a nada, pero mete presión y algún gol. En este caso, un tiro lejano de Iván Alonso. La inestimable ayuda del cantante contrario hizo el resto. Y en los últimos veinte minutos, con uno más, el Real Murcia se mereció algo más. Destacar a Capdevila, que por banda fue la principal amenaza ofensiva. El problema es la tabla. No la del siete, sino la clasificatoria. Aunque la del siete también tenía su miga integral. Y ya se sabe lo que ocurre cuando uno abusa del pan integral. Volvemos al pozo de las casualidades, de esos cuatros puestos en los que se desea una cosa y se siente otra, en los que falta el aire y sobra el hedor. En fin, negras intenciones y humo de guerra. Todo es cuestión de fe. Pero aquí parece que nadie cree. Y punto.
Hace 2 horas
5 comentarios:
Yo diría que no bajamos, que iremos hacia arriba. No sé hasta dónde, pero hacia arriba. El ascenso sigue a diez puntos y a diecisiete equipos. Y en eso estábamos, en lo de ascender, ¿no?
Joder, con ese puto cancer en el banquillo... su mério tenéis!!
La que está del revés es la tabla clasificatoria.
I have a dream
Valium para todos.
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