Iniesta.

Y no me refiero a los viejos cines. Al Cinima Iniesta de Murcia. No me refiero al Cinema. Me refiero a Iniesta. Al gol del F.C. Barcelona contra el Chelsea. La justicia no existe. Existe un tipo que interpreta la ley. Y, hoy, en un barrio de ricos como es Chelsea, Iniesta ha sido el más grande. Junto con Xavi, han manejado lo que han podido la tela de araña tejida por el impresentable de Hiddink. Un día hablaré de este tipo. Hoy no tenía un AlGandhur como en el partido España Vs Corea. Hoy le ha salido la cosa rana. Es lo que le pasa a los mercenarios. Este verano, con el España Vs Rusia ya se lo explicamos. Y, hoy, otra vez. Todavía recuerdo su paso por el Real Madrid, y la rueda de prensa en la que (me parece que fue Alfonso Celemín) le dijo que estaban en Junta Directiva para mandarlo a casa. Él aguantó. El dinero es el dinero. En fin. Que haga lo que quiera. Iniesta y Xavi en el altar. Que sí. Que podemos. Que aunque lo cante La Habitación Roja, tenemos que ganarlo. Mi hígado tiene que aguantar, y verlo. Xavi e Iniesta. Porque hoy, ni Messi ni Eto'o han sido los jugadores favoritos. Quietos. Y Alves, revolucionado. El trabajo sucio lo han hecho Keita y Busquets. Toure y Piqué, en la retaguardia, aguardando arreones negros, más negros que el ala de un cuervo, más negros que el sobaco de un puto grillo. Los demás han sido actores secundarios. El Trucha haciendo el Trucha y todo lo demás. Y me alegro por Guardiola. Por su penitencia pasada, en Italia, con la mierda que algunos le quisieron meter. Guardiola. Había imbéciles que le reprochaban que masticara chicle cuando sonaba el himno nacional. Por lo menos, no hacía el imbécil como los que cacarrean el himno. Y hay graciosillos que no lo tragan, como nos explicó el otro día Su perfecto caballero británico. Iniesta al poder. Así se juega. Así se gana. Así se destrozan gargantas. Y punto sonando el Scorpio Rising.