Hace 14 minutos
martes, 13 de octubre de 2009
Breaking Bad. Primera temporada.
He terminado de ver la primera temporada de Breaking Bad y tengo la sensación de un átomo perdido en medio de ninguna molécula. Bueno, no sé si eso es químicamente posible, pero me la suda. Que cada perro se lame su pijo. Y punto. Bueno, a lo que iba. Que esta serie no deja títere con cabeza, y como Zoilo con sus alumnos de Ciudadanía, hace reflexiones. Reflexionemos un rato, que no lo hacemos lo suficiente. Bueno, la mayoría de veces no lo hacemos. Porque reflexionar cansa, y es una putada gastar neuronas. Pero debemos hacerlo. Pues eso. Profe de química, vida gris, hijo medio cojo y que habla como si llevara un camión de chinarro en la boca. Más que vida gris, todo en su existencia es una órbita grisácea, pasando entre planetas radiactivos y satélites putrefactos. Cuñado en la DEA, y, además, gilipollas. Cuñada amante de lo ajeno, roba lo que primero pilla. Y en esas, empieza una tos sangrante. Bueno, más que una tos, un puto cáncer de pulmón. Dos años de vida, le dicen. Te pueden quedar dos años. Si a ti te dicen que te queda equis tiempo, ¿qué puñetas haces? ¿Luchas? ¿Te dejas llevar? ¿Estás dispuesto a vomitar la quimioterapia? ¿Dispuesto a mear sangre una vez si y otra también? ¿O no? ¿Estás dispuesto a ser calvo de una mañana a otra? ¿Estás dispuesto a que se adueñe la pena y la compasión de tu insincera familia? ¿Estás dispuesto a renunciar a tus pequeños placeres? ¿Sean los que sean? Es como intentar explicar el Eclesiastés en una sociedad como la del siglo XXI. Primero yo, segundo yo, tercero yo. Y todo eso cuando va a ser padre por segunda vez en pocas semanas. El bueno de Walt comienza una catarsis apocalíptica que le hará realizar actos anormales, creando asombro en su cada día más perpleja unidad familiar. Y un día decide irse con el cuñado a hacer una salidita con la DEA, y ve a un exalumno y decide cocinar metanfetamina para pagarse el carísimo tratamiento de quimio (siempre la cambia el Word por quicio, menudo sarcasmo [¿o será una asociación de ideas]). Breaking Bad me recuerda momentos concretos de Weeds, de American Beauty (la peli, no el disco de The Grateful Dead), de Rojos de tito Warren Beaty, de A dos metros bajo tierra. Es la tragedia del día a día. Y cuando uno se sumerge en la tragedia, sólo puede replanteárselo todo, y te hace meterte en preguntas sin respuesta. Porque una célula no sigue un comportamiento normal. Es vida, y es muerte. Y cocinar metanfetamina, y comercializarla, lleva varias vidas llevadas al extremo. Y todo lo demás.
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7 comentarios:
y a mí quéeee!jejeje..es q no tienes bastante con la vida de tus alumnos?Deja de reflexionar que vas a empezar a echar humo por las orejas.. Y por cierto, a ti te gustan todas..no sólo las romanas. ¿acaso sabes lo que esconden las musulmanas?
ni lo intentes!
Cuántos azules llevas hoy?
imposible
me rindo
no puedo seguirte
zzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Ugh, yo estoy ahora con la 1ª de Reaper y la 4ª de Galactica, pero la anoto.
¿Si me dijeran que me quedan x meses qué haría? Nada especial, salvo asegurarme que los medicamentos erradicaran el dolor. "El dolor es innecesario y distorsiona la personalidad", lo decía Jeremy Irons en Inseparables, de Cronenberg.
Pinta muiy bien pero SON DEMASIADAS SERIES!!!!
(incluso para mi)
esta noche cap2. de flashfoward!!
Acaaaaaaaa, no puedo.No me tientes con series estupendas que no puedo-DEBO verlas, sino estudiar.
Maica, cállate la boca!!! ayer sólo 4, y dos citadelles.
Marqués, ¿es que no aprovechas las guardias?
Insanus, el dolor, el puto dolor.
Amor, he llegado tan cansando que lunes y martes me he quedado torrado viéndolo. Lo intentaré de nuevo.
Rakel, piensa en el 13, en el 13 de diciembre. ¿Dónde va a ser la fiesta por la plaza? Aledo no vale, demasiado frío en enero.
No la he visro así que no puedo opinar sobre ella.
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