Dicen que dijo Borges alguna vez que “si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos”. Con los grupos de música me pasa algo así. Me gusta escuchar los matices de los discos de estudio, pero ves su verdadera grandeza en los directos. El martes pasado estuve viendo a los R.E.M. en la plaza de la Condomina. Sustancia, desesperación, vitalidad, ensoñamiento. Todo eso es R.E.M. para vi. No soy un devoto fiel, es un grupo que veo fuera del mundo real. Los veo un tanto falsos, aunque todo es subjetivo. Pero la parafernalia musical es otra cosa, y por el arte de lo imposible han llegado a ser verdaderas estrellas alcanzando la gloria. El mismo Borges dicen que dijo que “el éxito y el fracaso son dos impostores”. Será eso. En fin. Ahora hay que conciertar, que es lo que se lleva. Unas cositas antes de dejar de teclear. La chiquillería que había en el albero, salvo honrosas excepciones, no eran fanáticos fanáticos. Había un poco de todo. Desde mi butaca de última fila, puro palomar, vi a los fans de verdad: gente entradita en años, y muchos también en canas, que se sabían cada una de las letras de las canciones y que disfrutaban de verdad. También a estos hay que cuidarlos. En fin, hasta los grabados de Durero envejecen. Momentos realmente grandes, en los que el personal se puso loco, de pie salvo el clásico gandul que soy yo, sólo hubo realmente 3: el Losing my Religión (bendito año 92), el Man on the Moon, y, para mi sorpresa, el End Of The World As We Know It (And I feel Fine) de cuando Miguelcito todavía tenía pelo. En fin, yo lo vi un tanto falto de emoción (aunque sólo hay ginebra del soldado, y la ausencia del azul quizás tuvo algo que ver). Un aprobado alto. Aunque, si yo fuera fan me preguntaría el por qué de que no sonaran ciertas canciones ( Shiny Happy People). Será que me estoy haciendo mayor. Gracias a Pedro por la entrada. Perdón, perdón, al otro Pedro.
Hace 2 horas
4 comentarios:
No sé. A mi me produce una cierta sensación de tristeza, más bien decadencia, cuando aguantan en escena este tipo de grupos después de casi 30 años en activo.
Es cierto que no tienen por qué separarse si todavía tienen fuerzas y ganas. Y es algo muy loable en estos tiempos de grupos fugaces, rápidamente exprimidos por las discográficas.
Pero es la sensación que debe reinar en el concierto. Nostalgia. Todo debe oler a nostalgia de los fans por unos tiempos que tuvieron un ritmo muy diferente al actual.
Es solo la sensación.
Salud.
de nada.
:)
Supongo que no le falta razón a Miquelet en su comentario...
Los grupos no pueden vivir eternamente de las rentas y el dar parones da pie a la nostalgia. Si continuas activo sigues ganando publico de otras generaciones...
De todos modos, y sin ser fan suya, he de decir que REM siempre me ha gustado, quizas por asociaciones a momentos de mi vida que fueron importantes para mí... Quizás porque el último disco también me gustó mucho... No se, pero me habria gustado verlos en concierto, quizás para aportar otra pizca de nostalgia al ambiente...
Yo fuí con mi padre, que es con quien hay que ir a un concierto de los Rem ( A uno de Pereza vas con tu peña), y discrepo de lo que dices, mi padre y yo sentimos las canciones y además eramos de los que nos las sabíamos de memoria. Aunque estoy de acuerdo contigo había bastante zagal con únicamente ganas de marcha.
Publicar un comentario