domingo, 29 de marzo de 2009

Enseñar.


Si no tuvieras ninguna obligación, ¿qué sería lo primero qué enseñarías? Nunca se sabe, depende del momento, como siempre dice Lily Allen. ¿Quién se acuerda de Trotsky, quién de Kamenev? Hay veces que las traiciones hay que recordarlas. Y los días de lluvia sólo se pueden hacer dos cosas. Y millones, que diría el otro. Y criar cuervos. Todo a la mierda. No enseñar nada, porque ya nada es posible. Se ha ido todo a la mierda. Incluso, los riñones. Y el honor, según el más grande. Aunque siempre nos quedará el Amor a Quemarropa. Y la cabeza está achatada. 

2 comentarios:

Leandro dijo...

Si no tuviese ninguna obligación, seguro que me la buscaría. Y si no la encontrase, casi que trataría de aprender alguna cosa mejor que enseñar las que sé. O las que tengo. Y esa canción, por cierto, ¿no es de antes que Fran Nixon tuviese identidad propia? Yo se la adjudicaba a La Costa Brava.

supersalvajuan dijo...

Yo la escuché en su anterior disco por primera vez, pero vaya usted a saber. En esas cosas, como la cronología, me pierdo. Aunque siempre hay que situar los acontecimientos en el tiempo y en el espacio.