sábado, 28 de marzo de 2009

La duda.

Piensa en los Estados Unidos. Piensa en los Estados Unidos, un año después del asesinato de JFK. Colegio, monjas y curas. El cura guay, o no sé si alterar un poco las letras. La monja estricta. La monja novata. Y todo el mundo tiene dudas. Incluso los que ya hemos visto La Duda. Las carrozas sólo están en los sueños. Lo único que hay son desgracias personales. Y demonios interiores. Y la soledad. Y el aburrimiento en las homilías. Porque el cura es un ungido, pero un ungido que aburre mucho con su sermón. Muy apuntado, muy preparado, captando ideas, pero muy aburrido. Incluso puede ser un payaso con uñas largas. ¿Y qué hombre de verdad lleva las uñas largas? Y la crisis, la crisis de fe. Aunque si hasta Jesús tuvo sus momentos de crisis, ¿cómo no la va a tener cualquiera de los miembros de su ejército? De su ejército sin fe. Y la perdición. Hay momentos que Meryl Streep parece la hermana facha de Karol Wojtyla, dirigiendo unas cenas que parecen un funeral. Porque, al final, siempre hay alguien que se aprovecha. Algún intolerante que se aprovecha. Las difamaciones. El cotilleo como pecado. La Iglesia, por cojones, tiene que cambiar. Pero tienen muchas dudas. Todos tienen dudas. Putas dudas. Muchas dudas. La duda. 

2 comentarios:

Dante dijo...

Dudas de religiones que tienen miedo de cuestionarse incluso la existencia de la materia pero luego creen ciegamente en Dioses malvados aguantando el yugo de millones de seres humanos. Un hombre que tiene miedo a morir no merece vivir.
Muy buena la película, por cierto.

supersalvajuan dijo...

Tiene sus momentos, con un PSH que va a ser uno de los más grandes actores del XXI.