viernes, 20 de marzo de 2009

Otra gibsonada.

Hay veces que me jode mucho que un albionista como Ian Gibson esté nacionalizado español. La última es culpar a Franco de la incultura del país. Franco era un dictador, y como controlador del conocimiento, estaba en su papel. Lo que más me jode es que un tipo que se haga llamar hispanista, culpe (repito, que diría otro profesor de Historia)  a Franco. Si no hubiera sido Franco, hubiera sido otro. La historia contemporánea de España es una historia de pronunciamientos y bajadas de pantalones ante las fuerzas reaccionarias del país (y también a las fuerzas exteriores). Desde la cagada de Carlos IV y la bajeza inmoral de Fernando VII. Si hubiéramos aprendido un poco de los ilustrados y los hubiéramos dejado trabajar, hoy España sería otra cosa. En las charlas que tenía el Maestro de Gramática y Pérez-Reverte, siempre coincidían en eso. La cagamos con los franceses. Y luego, se maltrató a los afrancesados. Hay miles de Goyas al respecto, y no los que se le dan a los que se autotitulan culturetas en España. Siempre hay un Riego maltratado, siempre un Carlos María Isidro descontento, siempre un gilipollas al que se le calienta la boca, siempre un julay con el pito revuelto, siempre dos gemelos llenos de celo, siempre una irrealidad en casa ajena, siempre un disco que chirría, siempre una María Cristina que juega con dos barajas, siempre una Isabel con la entrepierna inquieta, siempre un Amadeo con sueños de grandeza, siempre una república fallida, siempre una pescadilla pescada un miércoles y que sale a la venta el martes siguiente como si fuera fresca. Para fresca, la gentuza de este país. Pero aunque a muchos les reviente, no sólo Franco (que tiene mucha culpa de muchas cosas) tuvo la responsabilidad. Desde el último ministro de Cultura, si miramos al retrovisor y buscamos un poco de pasado reciente, la cosa es estupefaciente. De todos los partidos. Quizás se salve alguno, o alguna, pero no me acuerdo. No vaya a ser que Aído se enfade. Idealistas con libros subvencionados hay muchos, pero algunos levantan la voz más que otros. Y el bosque ya estaba en llamas en el 36. En julio del 36 ardieron brasas muy calientes. ¿O es que nadie se acuerda de quien colaboró con Primo de Rivera en su llegada al poder? ¿O por que se ensalza a Suárez con el pasado franquista que tenía? Hay mucha mierda. Mierda sobre estiércol. El veneno, al final, inmuniza. Y si no habla de Lorca, revienta. La historia de Lorca es lamentable, pero es la de tantos otros artistas de este país. Y Lorca, cometió el error, el grandísimo error de creerse intocable. Nadie pensaba que la guerra iba a ser una guerra. Todos pensaban que la tensión mantenida no duraría mucho. Siempre le cuento a mis alumnos lo que contaba Edgar Neville. El gran Neville, otro de los olvidados porque decidió quedarse en la España franquista (toma ya, IG), siempre decía que le ofreció a Lorca marcharse a Londres. Pero no. Hay que vender libros con los tópicos de siempre. Yo prefiero beber cerveza o un buen azul a morir de sed de ambrosía. Es lo que hay. Y sigue pasando. Sigues viendo a ciertos profesores que llega un lunes o un viernes y se niegan a abrir la boca, y ponen un video, una pelicula o una mierda de anuncios. Esos si que tienen la culpa de la incultura del país, y, lo más preocupante, demuestran una ética de trabajo. Una ausencia de ética total. Pero allá con su conciencia. Sin embargo, hubo muchos maestros en la II República y en el Franquismo que pasaron horrores con telarañas en el buche pero enseñaron. Con dos cojones. 

6 comentarios:

Madame Tafetán dijo...

Bastante lamentable, sí, pero sobre todo la falta de perspectiva de Ian Gibson. Franco era un dictador y no favoreció una cultura más libre, eso es cierto, pero hay que reconocerle la Ley General de Enseñanza de 1970, que consiguió el mayor índice de alfabetización en España. Eso está muy bien pero lo sorprendente es pensar que la anterior ley de enseñanza era la Ley Moyano, así que con semejante anacronismo de enseñanza y el mamoneo político de esos años la cosa no podía ir bien.
Hay críticos anglosajones (historiadores y filólogos, que también los hay de traca)que serán muy certeros en sus estudios, pero otros se cubren de gloria. Curiosamente (o no), los más mediáticos, porque anda que Harold Bloom, que se olvida de Tirso de Molina para hablar del mito de don Juan...

supersalvajuan dijo...

Tienes razón. La ley del 70 era lo que necesitaba el país. Pero los logsistas se la cargaron, única y exclusivamente porque era franquista (aunque un ministro de Educación también la cagó con la ley universitaria, que hacía que el curso fuera de enero a diciembre, y claro, duraron la ley y el ministro un año). En fin, que todos, casi todos, están cubiertos de gloria. Investigadores??? Pues eso, que investiguen y se dejen de mitos falsos.
Chaíto, Madame Tafetán!!!

Leandro dijo...

Primero (en realidad, segundo): recuerdo que, cuando era universitario, yo quería un curso académico de enero a diciembre. Odiaba profundamente que la punta de maximo esfuerzo coincidiese con el punto álgido de calor. Me mataba. Mayo, junio, julio... eso era tiempo de playa, de deporte, de terraza, de cervecita, de novia (o proyecto, siempre había alguno), de calle, de sol. Octubre, noviembre... esos eran buenos meses para apretar. Y después del macropuente, vacaciones. Y los Reyes, que nos trajesen un nuevo curso. O el mismo del año anterior, si no había ido bien la cosa.

Segundo (en realidad, primero): hace casi treinta y cuatro años que murió Franco. Tiempo ha habido para que el personal se culturice. Algunos, incluso, han tenido tiempo desde que nacieron. Mal pueden echarle la culpa a Franco. De todas formas, yo no creo que vivamos en un país inculto. Ni mucho menos. Decidme un momento histórico en el que España fuese más culta que ahora. Otra cosa es lo de todo el que no lee mi libro o ve mi película es un inculto. Y su inmediata consecuencia: mi libro y mi película son de indudable interés cultural, así que subvencionemela. Y de eso, lamentablemente, sí que andamos sobrados.

Anónimo dijo...

Y olé! Suscribo letra por letra.

Anónimo dijo...

Bueno, yo creo que Gibson lo dice por la tremenda evolución que tuvo lugar en España culturalmente hablando durante la corta etapa de la Segunda República, y que de haber seguido así ahora seríamos un país mucho más avanzado y mucho mas culto.

No creo que eso se pueda negar, y no creo que se le pueda quita culpa a Franco del golpe de estado que hizo que eso cambiara drasticamente.

hm dijo...

Siempre es mas fácil buscar la explicación simple, pero es cierto que la situación era igual de mala antes y no se ha hecho nada después para mejorarla.