lunes, 30 de marzo de 2009

Barry Lyndon.

El drama de la vida de Barry Lyndon. Como en la vida, todo es real, todo es normal. Y en el siglo XVIII, puestos a imaginar, llegar cojo a viejo tendría que ser la leche. Una leche aguada y con mosquitos. Aunque, como dicen los lecheros, aguar la leche es muy difícil, muy complicado. El cabrón de Stanley Kubrick hace un cuado impresionista de cada fotograma. Son cuadros que a veces se mueven, pero son estampas paradas ilustradas sonoramente con una musiquilla que al principio odias, y, después de dos horas y pico, necesitas incansablemente. Pero no nos engañemos, eso es Kubrick. Lástima que no pudo hacer su proyecto de Napoleón. Napoleón y Josefina. Esa leche si que iba a hervir bien, joder. Pensar y repensar, rodar y volver a rodar. Del personaje de Barry Lyndon hay una cosa que no me creo. Es Ryan O’Neal. Parece un puto blandengue (casi siempre). Y encima, lo doblan como el puto culo. La verdad es que es un dramón. Irlandés que se ve obligado a entrar en ejércitos europeos, que se ve obligado a mentir. Y, como diría cualquier concejal indigno (como son la mayoría, aunque no todos), mintiendo se llega alto. Como en el amor. Y eso es lo que consigue. Pero una vez que está en Sierra Alta o cómo coño queramos llamarlo, se nos olvida que hemos subido al Himalaya en un 600 al que le fallan los frenos. Y el tortazo siempre puede ser muy gordo. Y no sólo en lo económico. El reflejo, la soledad, el engaño, el puto Siglo de las Luces, las pelucas y la mierda blanca pintada en caras de gente indigna. Todo eso es lo que he tardado, pero al final, he visto en Barry Lyndon. Y que jodido debía ser un invierno en un ejército, o un ejército en invierno. Lo demás son milongas. El final no importa. Y punto.

9 comentarios:

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Sí los paisajes muy bonitos, todo lo que tu quieras pero ella es como una muñeca de porcelana y él sólo se mueve por el interés, y ya se sabe que la avaricia rompe el sado,me imagino el final aunque terminé de verla. Me pareció un poco lenta, no sé.

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Ups!! quise decir saco

jm dijo...

El joven Barry pierde la inocencia y se adentra con pies de plomo en la alta sociedad, hipócrita e indolente, del siglo XVIII. Un peliculón. Como bien dices Salva, cada fotograma es una autentica obra pictórica.

Sarashina dijo...

Un milenio debe de hacer que la vi por primera vez. Luego he repetido un par más. La música es de los Chieftains, un grupo de música celta muy interesante. Si me equivoco de músicos, miradlo a ver, que yo tengo poca memoria para estas cosas. Mira que Kubrick no es mi preferido, porque es un hombre con un estilo acomodaticio, pero esta película particularmente me gustó mucho. Si la volviera a ver ahora, no sé qué pasaría. Y lo que dice eme, qué paisajes.

PMM dijo...

Un peliculón. Buena música, buen ahistoria, buenos encuadres. Imágenes casi perfectas.

Roberto Hasting dijo...

No he visto Barry Lyndon. Me la apunto. Un saludo.

María García Cano dijo...

Muchísimas gracias por pasarte por mi blog, y sobre todo, por leer el perfil de Paco López Mengual y sí, te recomiendo que te lo apuntes, es un escritor magnífico. Me agrego ya tu blog!

anselmo dijo...

ES que esa peli es para verla en version original...esa peli me encanta. Es que vaya vidas y vaya final...todos personajes con claroscuros.

Natalia Pastor dijo...

Ryan O,Neal no da el perfil del personaje:es blandito,bizcochón,edulcorado.
A mi juicio lastra la película de Kubrick,que queda fallida.
Y el doblaje es patético.