miércoles, 4 de febrero de 2009

Revolutionary Road.

Todo es mentira. La convivencia matrimonial e intentar sobrevivir al fracaso. El fracaso edulcorado. El barniz que da brillo a una mentira. A una gran mentira. La gran mentira que nos montamos todos, que vendemos al exterior. La ilustración falsa. El dibujo falso. Las cosas, nunca, nunca son lo que parecen. Los gritos, las peleas. Lo cotidiano. Al final te acostumbras a ser más falso que un billete con la cara de Solbes. La infidelidad. El miedo a perder la mierda de vida que tienes. Que aunque sea una mierda es tu mierda. Todo parejo, nada ni nadie especial. Nadie por encima del resto. Todo igualado por abajo. El estancamiento. El gran apagón. Desapercibido, incluso para los tuyos. O para los que tú crees que es tuyo. Beber y fumar. Fumar y beber, y pasar días, y hablar de un futuro que sabes que nunca llegará. De un París como el que habla del paraíso. Del paraíso. Sobrevivir entre mentiras, siempre entre mentiras. La locura de esta vida. Porque volverse loco en la vida es lo más normal del mundo. Un puto trabajo que no te gusta y por el que no tienes vocación. El vacío de la vida. Afrontar ese salto a ninguna parte que un día llega y no hay salvavidas posible. Imposible. Todo es imposible, incluso sentir sin llegar a la locura. Todo eso es Revolutionary Road.  Sólo nos queda la mediocridad como destino. Esta peli es otra American Beauty. Pero sin tanto sarcasmo. Pero es lo que hay. Lo que siempre hay. Sólo, únicamente, mediocridad. 

13 comentarios:

anselmo dijo...

Joder. Que entrada mas dura chico. Parece que a veces hay que quitarse la máscara.

dezaragoza dijo...

Me parece que no la voy a ver. Sobre todo porque si ese es el mensaje no estoy en absoluto de acuerdo.
Es bueno ver las trampas de la vida, pero la mayor trampa para mí es llegar a creer que todo es trampa. No, no me lo trago. Un saludo.

La del Planeta dijo...

Joder, he visto reflejado mi vida de hace unos años, aunque cada historia es un mundo. Pero bueno, al final siempre algo o alguien pulsa un botón y por fin todo se va a la mierda.
Veré la peli.

MULA_GARCÍA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lorkiano dijo...

Muy buena peli, la ví este finde pasado y me gustó mucho. Muy cruda y real...

García Francés dijo...

Bien por usted. Y si no llega para todos que el nuevo converso provea, amigo.

Zapatero, ¿porqué me persigues?

La Biblia, en la Carta a los Hebreos, dice: «La fe es seguridad en lo que se espera, en lo que no se ve».

Al presidente Zapatero le aguardan muy malos tiempos. Habrá hambre y disturbios y gente que se enriquecerá con la desgracia ajena. Y, como Saulo, D. José Luis, se ha caído del caballo y, de quema conventos radical, se ha convertido en casi apóstol. Su fe laica se está derrumbando. Y nos pide fe y esperanza.

Sabe que necesita a la Iglesia y que, según Ignacio de Loyola, “en tiempos de tribulación no conviene hacer mudanza”. Intuitivamente, se arrima a una comunidad con miles de años de experiencia, porque los hombres desesperados se aferrarán a la religión como última esperanza.

Y además, en lo pragmático, nadie como los curas, frailes y monjas, para ejercer la caridad y organizar comedores benéficos. Sin recursos, aunque no los subvencionen como a los artistas.

Por eso, baja las armas que tenía dispuestas para los católicos. Crucifijos, aborto, eutanasia, apostasía, acuerdos con la Santa sede y tutti cuanti.

Porque, al final, el socialismo es un experimento fallido. Y de antesdeayer. No están los tiempos para tanteos. Mejor ir a lo seguro.

Hoy el Secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, es mejor que Erich Fromm. Y las misioneras de la Caridad, mejor que las ONG’s.

Sin tener fe, envidio a quienes la tienen.

Zapatero, ¿porqué me persigues?

STIRNER dijo...

Eres un crítico magnífico, me quito el sombrero. Bueno, y se acabó el lenguaje protocolario.
Eres un cabrón...a secas.

STIRNER dijo...

Por cierto, a ver cuando tenemos un meeting en el Zalaka y nos reimos un rato.

Un saludo camarada!

Juan Luis G. dijo...

Ay, la vida doméstica... con lo tranquilo que se tiene que vivir en la selva...

Cyd Charisse dijo...

Pues mira una cosa, tal como está el patio, tener una buena casa, un trabajo y una vida cómoda me parece una utopía. Más de uno se daría con un canto en los dientes por tener la mitad de eso.
En cuanto a los paraísos perdidos. Permíteme que te diga que París es muy bonito, pero es muy caro, hace mucho frío y sus habitantes tienen muy mala follá.
Los paraísos ¿qué son los paraísos?. El protagonista de 'Fanny' de Pagnol dejó todo para irse a buscar paraísos: una vida amable, una chica, un hijo... y cuando volvió, Fanny le preguntó ¿cómo son esas maravillsoas islas de los mares del Sur?.
Y el contestó: "lsva volcánica".

Anónimo dijo...

Toda ésta situación de desesperanza, de incredulidad, de impotencia, me recuerda cierta época de los 80 en la que 1 de cada 4 no tenía trabajo. Solo falta más heroína, más potas en las calles. Aunque también es verdad que ahora “el mongolismo” se sirve en otras papelas… Y ahora no es el futbol o los toros.
El espejo se ha roto y la sodomía se instaurará en nuestros esfínteres. Yo quiero que vuelvan los azucarillos cuadrados, el lsd p´a pepiño.
(Creo que no me he explicado bien. ¡Como es miércoles!).

Sarashina dijo...

Esta noche, posiblemente, me acerque al Rex a verla. Son ya demasiadas recomendaciones de gente con criterio. Lo que le falta a algunos tontos, que como dice el Eclesiastés, son como las arenas del mar, incontables, y aunque los machaques en un mortero no les sacarás su tontería, incluso si es más bien sotisse, a la gabacho. En fin... gracias por la recomendación.

Leandro dijo...

Cada uno cuenta la feria según le va en ella. O peor, según cree que le va a los demás. O aún peor, según cree que le tiene que ir a los demás por cojones.

Yo he visto algunas fotos tuyas en este mismísimo blog, y no he visto todo eso que cuentas en esta entrada, que a su vez es lo que cuenta Revolutionary Road.

La veré, porque, según dicen, es una buena película. También vi American Beauty, y me pareció una película excelente. Disfruté como espectador. Pero no me sentí protagonista. Es más, si me hubiese sentido protagonista, probablemente no me habría gustado lo más mínimo.

Creo que a tu entrada le sobran todos y siempres, pero esto, como siempre, es sólo la opinión de un indocumentado.