domingo, 22 de febrero de 2009

Tau Vs Unicaja.


Final de equipos de baloncesto. Los clubes necesitan quitarse de encima a Plaza y Pascual, a Joan y a Xavi. El rasero de lo físico. Se ha llevado lo físico a una potencia máxima. Ivanovic y don Alejandro García Reneses son así. Primero la defensa, la fibra bestial. No hay momento para la confusión en sus equipos, aunque siempre habrá cosas que no entendamos (¿por qué no ha jugado Kelati ni un solo minuto hoy, don Alejandro). En fin. Todos recordamos que los que antes odiaban a Aíto, son hoy sus más firmes defensores. Pasa como  con en el marxismo. Ahora resulta que El Capital es un bestseller, un libro que se vende como rosquillas. Lo de hoy era una batalla que yo presumía fácil para el Tau Vitoria. Pero el Unicaja (el señor Word lo cambia automático por Unicaza, lo que no sé si en Andalucía o en Castilla La-Mancha, con banqueros, abogados, jueces, cochinos o jabalíes) salió decidido en el primer cuarto. Pero Dusko llamó a sus chicos a capítulo (¿bíblico, el Éxodo tal vez?), y se solucionó en parte el asunto. El Unicaja, fiel a su técnico, llevó la administración del cansancio a su exponente infinito, salvo por lo antes citado del alero no utilizado. Los subalternos, cada vez más importantes, tomaron papeles principales: Vidal, Cook, Gomis. En tiempos de lucha física, todo es importante. Todo. La defensa. Mientras escribo esto estoy viendo el Phoenix Vs Boston y también se impone lo físico. Pero los de siempre estaban ahí, dando la cara: Haislip con su intermitencia; Archibald con sus kilos y su fuerza delante y detrás; Rakocevic a lo suyo; Splitter, maniatado por Archibald, no brilló en ataque pero sus apariciones en el sistema siempre son importantes. Aíto presentó en algunos momentos su famosa zona con Jiménez arriba, pero Teletovic rompió ese guión defensivo con sus triples. Gomis falló un tiro libre adicional a falta de segundos. Quién sabe, quizás le hubieran dado el triunfo. Quizás lo recordaremos como el triple de Mike Ansley. Nunca se sabe. En los últimos minutos, Mickeal se salió, con Jiménez y Welsch en el banco expulsados por faltas. Y Cook no supo que hacer con el último balón y le dio a un marrón a un Berni que no se lo esperaba. Conclusiones: equipos trabajados, muy trabajados, algo que en ocasiones parece que le falta a los futboleros; aspirantes a otros títulos, aunque, quizás, al Unicaja le falte talento. Ya no estoy para aguantar estas prórrogas, ya no estoy tan pendiente a los sistemas como antes. Ahora intento disfrutar, pero siempre me sale el cicuta baloncestista que llevo dentro. Lástima los datos de audiencia, pero ya no se puede cambiar. En la primera estaban dando recetas de cocina y más recetas. En fin. Nos queda el basket.

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