lunes, 26 de enero de 2009

Vendiendo la moto.

O el coche. O la bici. O el carricoche. O el autobús para quien tiene un tanque. Eso es lo que hace Jon Favreau a Obama: le escribe los discursos.  Palabras, que dirían los Rodríguez. Porque siempre hacen falta las vitaminas para crecer. Y los hermanos Dalton siempre están al acecho. Sus fuentes: Martin Luther King y los hermanos John y Robert Kennedy. Estos escribidores tienen la fama que se merecen, como Gerson con el último Bush. Es lo que hay. Aunque el staff técnico, los secuaces de Obama que ocupan el ala oriental son muchos. Nunca hay un límite. Es lo que tiene ser el emperador. Ahora hay que ver si sigue con las cruzadas, porque, en el siglo XXI, hay demasiadas tierras santas. Y punto. 

2 comentarios:

PMM dijo...

Por supuesto, que hay muchas cruzadas.

supersalvajuan dijo...

¿Cruzadas bienintencionadas?